LPGC y los adelantos de 1950 con Guaguas carraquientas

    Desconozco si Guaguas Municipales ha divulgado ya la protohistoria de nuestras antiguas guaguas o fotingos venidos a menos, tal como las describió Pancho Guerra en alguno de sus cuentos de Pepe Monaguas. Imagino que seguramente ya se habrán recordado esos antecedentes.

   En todo caso, el vídeo elaborado por los 40 años de Guaguas además de emocionante, creo que es un testimonio que dejamos de cara al futuro, y sobretodo, con ese ritmo, esa música, sus imágenes y los sentimientos de cariño y orgullo de canariedad que, al menos para mí, despierta.

    Discrepo de los amigos que critican este vídeo por la aparición del alcalde Augusto Hidalgo y concejales o cargos de NC. Al contrario, creo que este vídeo, es fiel reflejo de este tiempo con sus autoridades y cargos de turno, con los que se está escribiendo la historia de nuestra capital y especialmente con Guaguas Municipales, no sólo por el megaproyecto de la MetroGuagua sino también porque estamos viviendo un tiempo de profunda transformación, tanto de la ciudad de LPGC como de sus habitantes. Se impone el avance de nuevos criterios sociales, más sostenibles, menos contaminantes y más colectivos, que conlleva necesariamente una modificación de la orografía urbana.

   No es una cuestión política, es simplemente la descripción de nuestra realidad, en la que aciertan desde Guaguas Municipales cuando enlazan el próximo futuro mirando los 40 años anteriores. Este vídeo es una pincelada para que los más jóvenes (menores de 40 años) puedan sentir el orgullo de otros tiempos, en los que el transporte urbano de LPGC afectaba a la vida de todos los habitantes de la isla.

    El orgullo de que, fruto del trabajo de nuestros padres y abuelos, con muchisimas dificultades económicas y de toda índole social y política, esta ciudad, esta isla fue capaz de articular soluciones que se materializaron en la creación de Guaguas Municipales.

    Pero antes de esa fecha, de hace 40 años, hubo un tiempo en que los adelantos llegaron con algunas guaguas descritas por Pancho Guerra de esta manera

El fotingo carraquiento
con endengues de verguilla
recorría media milla
chirriando y en movimiento.
Frenaba con sufrimiento,
rebalosa como en grasa;
Pepe Monagas, con guasa,
dijo con muchos reflejos:
“Apáreme en Los Espejos
que yo me queo en La Plasa”.
 

     Recuerdo que mi abuelo siempre contaba que cuando iba a trabajar al Puerto de La Luz, cuando Alcorde era una tiendita de tachas y sogas para las redes de los pescadores. Pues en aquellos años, la guagua era un adelanto de la época que permitíó a mi abuelo y a tanta gente ganarse la vida gracias al transporte de esas viejas guaguas carraquientas que cada día les llevaba y traía del Puerto.

    Contaba que la guagua era como una familia, punto de encuentro de viajeros, chófer y cobradores, para compartir risas, discusiones, recomendaciones médicas o gangas adquiridas en el muelle que, incluso se comían en compañía.

   Sirva este artículo, de recuerdo y admiración por los que ya no están con nosotros (viajeros, chóferes, cobradores, mecánicos, etc), pero que gracias a iniciativas como ésta de Guaguas de Las Palmas, siguen presentes con un huequito pequeño en la historia de nuestra ciudad.