Le impide al Gobierno Canario cumplir sus objetivos
Román reclama derogar la regla del límite de gasto
El Consejero señala que en 2020 hay que pagar 1.485 millones de 2 préstamos del año 2010 frente a la necesidad de mayor gasto social.
El Vicepresidente canario se queja abiertamente que los Presupuestos harán frente al vencimiento de préstamos solicitados en mandatos anteriores y que se deben pagar obligatoriamente en 2020.
Concretamente citó el vencimiento de diversos préstamos solicitados por anteriores ejecutivos por importe 1.468 millones de euros, uno en bonos solicitado el año 2010 por importe de 620 millones de euros; y otros dos con cargo al Fondo de Liquidez Autonómica y al Fondo de Facilidad Financiera, por un total de 665 millones de euros.
Según Román Rodríguez este pasivo no es intercambiable ni puede destinarse a otros compromisos no financieros, entre otras cosas porque la vigente regla de gasto limita legalmente la capacidad de maniobra de la Comunidad Autónoma en este aspecto.
El Gobierno de Canarias se ha pronunciado en reiteradas ocasiones -también en el Preámbulo de proyecto de Ley de los Presupuestos- sobre la imperiosa necesidad de modificar la regla de gasto, de modo que se permita que el gasto computable de las comunidades autónomas que cumplen con la normativa de estabilidad pueda crecer por encima de la tasa de referencia de crecimiento del Producto Interior Bruto de medio plazo de la economía española prevista en el citado artículo.
Afirma que, dado que las comunidades autónomas tienen un papel fundamental en la consecución del Estado de Bienestar -ya que tienen encomendadas la prestación de la mayoría de los servicios esenciales que garantizan la calidad de vida de los ciudadanos- la aplicación de la regla de gasto no debe penalizar a aquéllas que no incurran en déficit estructural y que tengan un menor volumen de deuda pública.
De cualquier forma, la correlación entre un menor pago de la deuda a los bancos y una mayor inversión social es técnicamente imposible y políticamente demagógica, puesto que la Comunidad Autónoma está obligada a pagar los citados vencimientos.
Con todo, las cuentas canarias para el próximo año permitirán dejar la deuda de la Comunidad Autónoma en el 13,6 por ciento con respecto al PIB, es decir 1,2 puntos menos que en 2018. En cifras absolutas, la deuda se situará el 31 de diciembre de 2020 en 6.571 millones de euros, lo que supone 236 millones menos que dos años antes. El próximo año, en concreto, la deuda viva se reducirá en 34 millones de euros

El Vicepresidente canario se queja abiertamente que los Presupuestos harán frente al vencimiento de préstamos solicitados en mandatos anteriores y que se deben pagar obligatoriamente en 2020.
Concretamente citó el vencimiento de diversos préstamos solicitados por anteriores ejecutivos por importe 1.468 millones de euros, uno en bonos solicitado el año 2010 por importe de 620 millones de euros; y otros dos con cargo al Fondo de Liquidez Autonómica y al Fondo de Facilidad Financiera, por un total de 665 millones de euros.
Según Román Rodríguez este pasivo no es intercambiable ni puede destinarse a otros compromisos no financieros, entre otras cosas porque la vigente regla de gasto limita legalmente la capacidad de maniobra de la Comunidad Autónoma en este aspecto.
El Gobierno de Canarias se ha pronunciado en reiteradas ocasiones -también en el Preámbulo de proyecto de Ley de los Presupuestos- sobre la imperiosa necesidad de modificar la regla de gasto, de modo que se permita que el gasto computable de las comunidades autónomas que cumplen con la normativa de estabilidad pueda crecer por encima de la tasa de referencia de crecimiento del Producto Interior Bruto de medio plazo de la economía española prevista en el citado artículo.
Afirma que, dado que las comunidades autónomas tienen un papel fundamental en la consecución del Estado de Bienestar -ya que tienen encomendadas la prestación de la mayoría de los servicios esenciales que garantizan la calidad de vida de los ciudadanos- la aplicación de la regla de gasto no debe penalizar a aquéllas que no incurran en déficit estructural y que tengan un menor volumen de deuda pública.
De cualquier forma, la correlación entre un menor pago de la deuda a los bancos y una mayor inversión social es técnicamente imposible y políticamente demagógica, puesto que la Comunidad Autónoma está obligada a pagar los citados vencimientos.
Con todo, las cuentas canarias para el próximo año permitirán dejar la deuda de la Comunidad Autónoma en el 13,6 por ciento con respecto al PIB, es decir 1,2 puntos menos que en 2018. En cifras absolutas, la deuda se situará el 31 de diciembre de 2020 en 6.571 millones de euros, lo que supone 236 millones menos que dos años antes. El próximo año, en concreto, la deuda viva se reducirá en 34 millones de euros
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