La psicoananlista PIno Lorenzo explicó en la Alpispa (programa de Radio Televisión Canaria) que en la mayoría de ocasiones, los conflictos que surgen en el trabajo no tienen que ver con cuestiones de las tareas, de lo laboral propiamente dicho, sino con cuestiones psíquicas.

¿A qué nos referimos con cuestiones psíquicas? - preguntaba la invitada-  Nos referimos a aspectos propios del trabajador, del sujeto psíquico. Nos referimos al carácter, a la personalidad, a los afectos, a su tolerancia o no a los demás, a su narcisismo.

Según Lorenzo, son estas cuestiones las que están, la mayoría de las veces, detrás de los problemas o del mal ambiente laboral.

– Mi jefe se lleva mejor con mi compañero que conmigo y aparecen los celos. Empiezo a hacer cosas diferentes para que mi jefe también «me quiera”, y comienzo a fastidiarla, porque el compañero ve que hago cosas raras, porque el jefe ve que estoy más pendiente de él que del trabajo que tengo que hacer...

  Pino Lorenzo señaló especificamente la importancia de los afectos y los sentimientos; apuntando que una cuestión como un afecto, en este caso, los celos, pueden generar una situación conflictiva entre los propios trabajadores e incluso con sus directivos o jefes..

   Seguidamente avanzó con otros ejemplos de esa progresión perniciosa, cuando en una empresa un trabajador destaca por su excelente tarea y despierta la envidia de otro compañero, el cual, comienza a boicotear ese trabajo para que ese cmpañero o compañera no sobresalga y destaque.

Pino Lorenzo pone el acento en que vuelve a ser un afecto el que puede producir malestar y desencadenar el conflicto. Y aunque estas cuestiones son inconscientes para el sujeto; la persona no se da cuenta de lo que está pasando y lo racionaliza con distintos argumentos.

Cuando uno va al lugar de trabajo debe dejar en casa todas estas cuestiones. Lo que pasa es que es muy difícil separar lo personal de lo estrictamente laboral. Por eso es saludable contar con un espacio donde analizar lo que nos pasa para que no perturbe el ambiente laboral, por un lado, y el trabajo a realizar, por otro.  

A veces esos espacios los provee la propia empresa, que facilita a sus trabajadores lugares de salud; pero la mayoría de las ocasiones la persona ha de buscarse por sus propios medios atender estas cuestiones.

Por otro lado, hay una frase que se escucha en los lugares de trabajo: Yo me llevo bien con mis compañeros y la Psicoanalista propone analizar esta frase:

    ¿Qué es llevarse bien con los compañeros? ¿Salir todos los días a desayunar juntos, por ejemplo, y que nos contemos nuestras cosas y luego cuando llegamos a la oficina tenemos más ganas de irnos por ahí que de trabajar?

    ¿Qué es llevarnos bien? ¿No decirle al otro cuando no está haciendo su trabajo y cargarme con el trabajo de él para no crear un “conflicto”?

   ¿Qué es llevarnos bien? ¿No hacer por destacar en mi puesto porque eso puede generar que alguien se moleste?

     Según Pino Lorenzo, habría que preguntarse qué quiere decir esa frase y apunta a que el afecto o la simpatia o antipatía entre los compañeros no deben afectar al resultado del trabajo o que la empresa consiga sus objetivos.

     Los compañeros y compañeras no han de caerme necesariamente bien, no han de ser mis amigos, necesariamente.

    El buen ambiente laboral está relacionado con personas centradas en las tareas, en la producción, en la empresa y no tanto en los otros: mira como me miró, mira lo que me dijo, mira lo que el jefe ha hecho.

    Si nos centramos en nosotros, en nuestra tarea, y no tanto en lo que los otros hacen, nos irá mejor.

En muchas ocasiones, es necesario además de ese espacio que la empresa dispone para que los trabajadores tengan un buen clima laboral, también convendría la presencia o intervención de una psicoanalista en la empresa, como apoyo precisamente a conseguir esos objetivos y al mismo tiempo, preservar la salud y estabilidad emocional de los trabajadores.