Carta imposible a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos: 

    He decidido rendirme, no soy capaz de escribir la Carta de Peticiones que cada año les hago llegar por Correo urgente y secreto.   Y, lo curioso, es que no tenía intención de pedir nada para mí en particular.

 La idea era solicitar pequeñas venturas para nuestro Telde querido; Ciudad antigua, laboriosa y renacida a la que sé bien que pronto, muy pronto, tienen la idea de visitar: ¡una cabalgata emocionada de alegres estrellitas les espera...!

    Telde, primera Ciudad fundada en Canarias, es una comunidad que, por geografía, historia y potencial, tendría que distinguirse por su cielo azul, sus playas, su dinamismo y su capacidad de progreso.

    La historia, no obstante, se ha escrito de forma bien distinta: Telde ha resultado empobrecida y marginada respecto de la Gran Canaria toda en las ultimas décadas: los gobernantes locales dieron la espalda a los vecinos; cerraron puertas y ventanas de las oficinas municipales; frustaron proyectos empresariales y obligaron a cerrar para siempre jamás los comercios cercanos de toda la vida; olvidaron adecentar calles, plazas y jardines; se deshicieron de los brazos y las mentes que podrían servir al ciudadano; marchitaron las ilusiones de los niños; obligaron a los jóvenes a buscar esparcimiento y encuentros lejos de sus hogares; borraron el recuerdo de aquéllos que lucharon y compartieron el quehacer cotidiano de nuestra existencia Local; acallaron el eco desbordante de la alegría infantil... Telde se había convertido en una ciudad sin vínculos;  calles solitarias azotadas por el frío, el viento y por el abandono de toda esperanza en compartir un mínimo sentido de la Pertenencia.

  ¡Telde se había transformado en una Ciudad sin niños y sin mañana...!

 ¿Pueden entender, entonces, la incapacidad para escribirles la Carta de este año? ¿Se explican, de esta forma, la estéril impotencia que oscurece y vacía la mesa de mi Despacho...? 

    Queridos Reyes Magos: Quisiera pedirles en favor de esta novedosa luz que ilumina la ciudad; de aumentar el impulso de quienes han llegado abriendo puertas y ventanas del Ayuntamiento y de los edificios públicos; en favor de quienes trabajan para liberar las plazas del cerco; de quienes organizan el asfaltado de las calles maltrechas y adornan los lugares de encuentro; de quienes abren al público los espacios para el deporte y devuelven la vida sana a los vecinos sin el coste de tener que irse a otro lugar; les pido en favor de quienes se ocupan del Mercado Municipal con el anhelo de que éste recupere su función de primer latido cotidiano; Quisiera pedirles en favor de éstos que hoy han gritado: ¡basta ya de sectarismo, de abusos viejos y de privilegios ocultos...!

     Quisiera pedirles en favor de los que no olvidan, de los que respetan, de los que desean alegrar y compartir la vida de sus vecinos como lo que son:  vecinos iguales y cercanos que trabajan para y por la Comunidad toda sin distinciones caprichosas e interesadas.

   ¡Sí, sí sí... Quisiera pedirles tanto para esta  seis veces centenaria Ciudad; temo que se agoten los folios en blanco y el orden de los anhelos! 

¡He quedado exhausto y rendido sobre mi mesa...Lo intentaré nuevamente queridos Reyes, si Dios así lo permite, el próximo año...!

J. Alberto Valadez

Viernes 3 de enero de 2025