Microrrelatos de Hoy
Auditoría en el confesionario
Foto Scott webb
¡Maribel, para confesarte no es necesario tanto detalle.. ! - Interrumpió energicamente el cura- Está claro que has tenido pensamientos de actos impuros, tienes que tener fortaleza para sobreponerte, tener conciencia de que te has arrepentido y enmedarte...,
- ¡ Don Carmelo, por favor- interrumpió ella con voz medio abatida y medio resignada- No me salga usted con lo de siempre y además no me deja terminar!. Llevo media vida viniendo aquí, mas que para confesarme porque usted se ha convertido en mi asesor espiritual...sólo para decirle que esto es distinto, no sé que lo que pasó. Sin motivo ninguno, dejé que me diera un beso y nada más sentir sus labios me volví loca, sentí que me sacudió y rompió todo por dentro...y me di cuenta que haría cualquier cosa que me pidiera..
- Entonces hubo algo más que pensamientos impuros mi niña, eso parece algo mucho más grave como es el adulterio.... Maribel, vuelvo y te repito: Fortaleza y fé en tu matrimonio, en tu marido...
- ¡Que no padre, lo menos que me preocupa es mi marido ni me importa!- Interrumpió otra vez al cura pero ya mas exaltada- lo que quiero es ayuda, no comprendo que a mis 45 años, felizmente casada y con una buena familia, de repente, cuando toca auditar las Cuentas Anuales del comercio, venga una experta en contabilidad, con un simple beso me pase ésto de perder absolutamente toda mi voluntad y quedar a merced de una desconocida..
-¿ Cómo..porqué....Quién es esa desconocida?- preguntó el cura totalmente desconcertado.-
- Se lo dije, dejeme terminar. Ayer por la tarde vino una auditora a la tienda, es una chica de aspecto muy varonil, mas alta que yo, bastante atletica, con el pelo muy corto vistiendo unos vaqueros muy ajustados y no hacía sino mirarme a mí en lugar de los libros de contabilidad, y así de repente, a la media hora sin decir nada se me acercó muy despacio hasta que posó sus labios sobre los míos.
- Pero Maribel- casi balbuceaba el cura- eso no debes....
- Y no pasó mas nada- continuó Maribel- sí usted me dejara terminar entendería que desde ayer noche ni duermo, ni sé cómo enfrentarme a esto....ahora mísmo le entregaba todo, hasta la tienda no me importa nada, y lo peor es que soy consciente que me he vuelto loca, pero no puedo remediarlo.
- Es decir- dijo el cura, a modo de conclusión- entonces a tí, lo que te pasa es que te gustan las mujeres....
- ¡ No padre, no! - con voz ya desesperada- sigue usted sin escuchar ni entender nada, a mí no me gustan las mujeres, me sigue gustando mi marido y los hombres, pero con el beso que me ha dado esta auditora se me ha caido como la venda de los ojos y he descubierto que me gustan las mujeres varoniles y muy masculinas... ¿no entiende que hay una gran diferencia?
- Dios mío, Dios mío- murmuró el cura intentando reponerse de su desconcierto- Tienes que hacer mucha penitencia, rezar al Señor y tienes que ponerle punto final a todo esto inmediatamente.
- Don Carmelo, esperaba que usted me ayudara a entenderlo no a ponerme penitencias y sobretodo porque esta tarde viene ella a realizar el inventario de la tienda y concluir la auditoria...,me temo, que el punto final será aquí, porque creo que aunque quisiera no creo que a ella le guste que vuelva a confesarme.
Reyes Socorro.
Jueves 4 de julio de 2024

¡Maribel, para confesarte no es necesario tanto detalle.. ! - Interrumpió energicamente el cura- Está claro que has tenido pensamientos de actos impuros, tienes que tener fortaleza para sobreponerte, tener conciencia de que te has arrepentido y enmedarte...,
- ¡ Don Carmelo, por favor- interrumpió ella con voz medio abatida y medio resignada- No me salga usted con lo de siempre y además no me deja terminar!. Llevo media vida viniendo aquí, mas que para confesarme porque usted se ha convertido en mi asesor espiritual...sólo para decirle que esto es distinto, no sé que lo que pasó. Sin motivo ninguno, dejé que me diera un beso y nada más sentir sus labios me volví loca, sentí que me sacudió y rompió todo por dentro...y me di cuenta que haría cualquier cosa que me pidiera..
- Entonces hubo algo más que pensamientos impuros mi niña, eso parece algo mucho más grave como es el adulterio.... Maribel, vuelvo y te repito: Fortaleza y fé en tu matrimonio, en tu marido...
- ¡Que no padre, lo menos que me preocupa es mi marido ni me importa!- Interrumpió otra vez al cura pero ya mas exaltada- lo que quiero es ayuda, no comprendo que a mis 45 años, felizmente casada y con una buena familia, de repente, cuando toca auditar las Cuentas Anuales del comercio, venga una experta en contabilidad, con un simple beso me pase ésto de perder absolutamente toda mi voluntad y quedar a merced de una desconocida..
-¿ Cómo..porqué....Quién es esa desconocida?- preguntó el cura totalmente desconcertado.-
- Se lo dije, dejeme terminar. Ayer por la tarde vino una auditora a la tienda, es una chica de aspecto muy varonil, mas alta que yo, bastante atletica, con el pelo muy corto vistiendo unos vaqueros muy ajustados y no hacía sino mirarme a mí en lugar de los libros de contabilidad, y así de repente, a la media hora sin decir nada se me acercó muy despacio hasta que posó sus labios sobre los míos.
- Pero Maribel- casi balbuceaba el cura- eso no debes....
- Y no pasó mas nada- continuó Maribel- sí usted me dejara terminar entendería que desde ayer noche ni duermo, ni sé cómo enfrentarme a esto....ahora mísmo le entregaba todo, hasta la tienda no me importa nada, y lo peor es que soy consciente que me he vuelto loca, pero no puedo remediarlo.
- Es decir- dijo el cura, a modo de conclusión- entonces a tí, lo que te pasa es que te gustan las mujeres....
- ¡ No padre, no! - con voz ya desesperada- sigue usted sin escuchar ni entender nada, a mí no me gustan las mujeres, me sigue gustando mi marido y los hombres, pero con el beso que me ha dado esta auditora se me ha caido como la venda de los ojos y he descubierto que me gustan las mujeres varoniles y muy masculinas... ¿no entiende que hay una gran diferencia?
- Dios mío, Dios mío- murmuró el cura intentando reponerse de su desconcierto- Tienes que hacer mucha penitencia, rezar al Señor y tienes que ponerle punto final a todo esto inmediatamente.
- Don Carmelo, esperaba que usted me ayudara a entenderlo no a ponerme penitencias y sobretodo porque esta tarde viene ella a realizar el inventario de la tienda y concluir la auditoria...,me temo, que el punto final será aquí, porque creo que aunque quisiera no creo que a ella le guste que vuelva a confesarme.
Reyes Socorro.
Jueves 4 de julio de 2024
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.23