Pausado el amor fortuito de la vieja Recova

     La última semana había sido interminable por culpa del enamoramiento tan profundo que me embargaba. Mi ánimo daba bandazos de arriba abajo, entre la euforia y la ensoñación de vivir en pareja con aquella mujer entera que, fortuitamente se había fijado en mí,  desvelando nuestra propia desnudez con las pasiones compartidas en un viejo cuarto de Artillería.

     Por contra, el bandazo abajo era puro miedo y desazón, aparecían ante mí todos los obstaculos y todos los prejuicios por la diferencia de edad entre ella y yo; también porque de repente estaban frente a mí su matrimonio, su marido, sus dos pequeños hijos y sobretodo el qué diran de mis padres, mis amigos, mis compañeros estudiantes…

    El silencio de ella en esta semana fue una demolición interior en toda regla, no quedaba nada en su sitio, revivía de forma permanente los ultimos tres meses de encuentros, de poesía y secretos de la intimidad compartida cada martes y cada jueves ,

    Era consciente que la pasión me tenía preso y suspiraba por ella, que desesperado me ocultaba entre el numeroso público de las horas puntas para observarla a distancia, me extasiaba verla despachando en su puesto de La Recova, contemplaba su silueta tan femenina, su mirada, sus sonrisas y sus gestos cotidianos con los clientes…..

     Finalmente, armado de valor le había exigido que teníamos que vernos con urgencia, aclarar el futuro….. ya llevaba allí mas de una hora, bajo la lluvia cuando fugazmente una figura se plantó ante mí, poniendo sus dedos sobre mis labios para que guardara silencio….se quedó mirando fijamente a los ojos con una amplia sonrisa…..

     Aquella mirada escudriñaba toda mi alma en un suspiro, percibí que estaba leyendo todos mis pensamientos y con ellos, también todos mis miedos, mis preguntas….

   A pesar de mi confusión, conseguí rehacerme y le pregunté directamente, rogándole que fuera sincera, que no comprendía esa ruptura o esa pausa entre los dos, que sí el problema era que yo tuviera 18 años y ella 41….

    Su respuesta fue igual de rápida e intensa: - "Es al revés, cariño... has envejecido tanto y tan rápido, que ahora mismo quién tiene mas de 40 eres tú, y quién tiene 18 soy yo…… Piénsalo bien, y cuando vuelvas otra vez a los 18…. ven a verme, ya sabes dónde encontrarme"

   Con la misma rapidez, se perdió de vista en esta inmensa plaza del Cristo, y así llevo casi 50 años sin salir de mi asombro viendo la lluvia de primera hora de la mañana…y sin poder volver a los 18.

Reyes Socorro.

27 junio 2024