PEREGRINAR

Un tren atraviesa las estepas de la madrugada.
Veloz surca campos agostados, resecos,
donde los sueños –espejismos-,
dejaron atrás un pretérito imperfecto.

En los prados, ora estepa ora selva,
asoman, de cuando en cuando,
apilados los errores en gavillas.

Y en el rumbo incierto que soslaya
asegura una suerte de días alternos
-también entre semana, de vez en cuando, llovió chicharrón-.

Anduvo presta la otra patria,
como una amiga de ojos tristes,
a ofrecer, incondicional, su orilla…
¿Acaso, alguna vez, hogar?

Y sin mediar palabra o, quizás, después de muchas,
se produjo un milagro en el alma atea:
peregrino, cruza la Puerta del Este.

Un tren atraviesa las estepas de la madrugada.
Y el olor de la lavanda anticipa su llegada.
La bella y azul Santa Clara 
prepara una salva de bienvenida.

Lola May.
15/08/2023 

* El poema cuenta, a modo de guiño y homenaje, con títulos y versos de distintos poemas de D. Manuel y que aparecen señalados en negrita cursiva.