Cartas desde Punta del Hidalgo
Telde, dolorida con la partida del niño Moisés
Foto J. Alonso
La de hoy resultó una mañana histórica para Telde: la iglesia de San Gregorio Taumaturgo (Hacedor de Milagros) celebró con sumo dolor y esperanza la partida de Moisés.
La voz firme, clara, contundente, iluminadora del párroco oficiante dirigió con precisión la liturgia y, con su valiente homilía, nos trajo el recuerdo vivo del Cristo judío que llenó de polvo sus sandalias en la ladera de los montes... Al elevar sus brazos en la eucaristía, nos enfrentó con el haz blanco de la palma de sus manos: fue el primer descubrimiento de la mañana.
La lectura entrecortada y sentida de la voluntaria que subió a leer en el atril la carta que una Madre herida escribe a su hijo dormido para siempre, nos embargó de un sentimiento indescriptible: "Hijo mío, te amo, te amo, te amo..." ¡Tres eternidades en un único ahogo de dolor!...
Dios bendiga a una mujer que enmudece en un mar de lágrimas por el Hijo ajeno que se va... Y que allá nos espera: la Segunda emoción de la mañana.
El féretro de blanco inmaculado que sale del templo portando tanto Amor en tu interior... El recogimiento y el asombro del cortejo... Tú, tú mismo en el lugar que te responde en nombre de lo que representas... La mirada inundada de ternura e impotencia, de lágrimas solidarias, del bueno de Javier Ravelo...
Las preguntas de los ciudadanos en las plazas y la conmoción que produjo ver salir una caja blanca del Templo... ¡Qué luminosa mañana, incluso para aquéllos que no tenemos la gracia de la fé!
"¡Moisés... Te Amo, Te Amo, Te Amo...!" Así habló el Hijo de Dios esta mañana en la Ciudad.
J. Alberto Valadez ![[Img #8225]](http://vergrancanaria.com/upload/images/06_2024/2709_valadez.jpg)
Sábado 15 de junio de 2024

La de hoy resultó una mañana histórica para Telde: la iglesia de San Gregorio Taumaturgo (Hacedor de Milagros) celebró con sumo dolor y esperanza la partida de Moisés.
La voz firme, clara, contundente, iluminadora del párroco oficiante dirigió con precisión la liturgia y, con su valiente homilía, nos trajo el recuerdo vivo del Cristo judío que llenó de polvo sus sandalias en la ladera de los montes... Al elevar sus brazos en la eucaristía, nos enfrentó con el haz blanco de la palma de sus manos: fue el primer descubrimiento de la mañana.
La lectura entrecortada y sentida de la voluntaria que subió a leer en el atril la carta que una Madre herida escribe a su hijo dormido para siempre, nos embargó de un sentimiento indescriptible: "Hijo mío, te amo, te amo, te amo..." ¡Tres eternidades en un único ahogo de dolor!...
Dios bendiga a una mujer que enmudece en un mar de lágrimas por el Hijo ajeno que se va... Y que allá nos espera: la Segunda emoción de la mañana.
El féretro de blanco inmaculado que sale del templo portando tanto Amor en tu interior... El recogimiento y el asombro del cortejo... Tú, tú mismo en el lugar que te responde en nombre de lo que representas... La mirada inundada de ternura e impotencia, de lágrimas solidarias, del bueno de Javier Ravelo...
Las preguntas de los ciudadanos en las plazas y la conmoción que produjo ver salir una caja blanca del Templo... ¡Qué luminosa mañana, incluso para aquéllos que no tenemos la gracia de la fé!
"¡Moisés... Te Amo, Te Amo, Te Amo...!" Así habló el Hijo de Dios esta mañana en la Ciudad.
J. Alberto Valadez
Sábado 15 de junio de 2024
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