Cartas desde Punta del Hidalgo
"¡Te hemos visto de blanco...!"
"¡Te hemos visto de blanco...!"
Enteramente de blanco. De blanco, sí sí sí te hemos visto de blanco; estuviste claro, franco, directo, tal vez, tal vez algo vertiginoso pero, blanco sí que estuviste.
Tan de blanco como la crónica desierta a la que ahora me enfrento; como la camisa inmaculada de la que hiciste gala... Blanco, blanco como los brotes nevados que ya asoman en tu germánica cabeza y en tu rostro bien tallado; blancas fueron tus palabras, como blancos resultaron el ritmo, la entonación, tu mismísima voz: blanca... Nacida de profundas cavernas subterráneas, en forma de ecos liberados del fuego en el que dormita el volcán blanco de tu vida...
Te hemos percibido blanco, como las blancas manos que alinean sus dedos para dibujar un triángulo perfecto; blanco, blanco con la juvenil frescura a la que advierte de su llegada la madurez grave que vuelve cansada y algo triste la mirada...
Sí sí sí te hemos visto blanco... Blanco como el caballo alado que te eleva, te eleva y te alcanza hasta las lujosas mansiones del decidir... Te eleva y, con cada impulso de sus blancas alas, te aleja de la cuadra menesterosa y sin puertas en la que el obediente Platero repasa la vida, sueña los sueños y espera la Nada...!
¡Pobre, pobre Platero!
Es curioso, pero, aún así, me parece que te extraña... Hablaré con él para que te olvide...!
J.Alberto Valadez ![[Img #8206]](http://vergrancanaria.com/upload/images/02_2024/1921_valadez-125.jpg)
Lunes 5 de febrero de 2024

"¡Te hemos visto de blanco...!"
Enteramente de blanco. De blanco, sí sí sí te hemos visto de blanco; estuviste claro, franco, directo, tal vez, tal vez algo vertiginoso pero, blanco sí que estuviste.
Tan de blanco como la crónica desierta a la que ahora me enfrento; como la camisa inmaculada de la que hiciste gala... Blanco, blanco como los brotes nevados que ya asoman en tu germánica cabeza y en tu rostro bien tallado; blancas fueron tus palabras, como blancos resultaron el ritmo, la entonación, tu mismísima voz: blanca... Nacida de profundas cavernas subterráneas, en forma de ecos liberados del fuego en el que dormita el volcán blanco de tu vida...
Te hemos percibido blanco, como las blancas manos que alinean sus dedos para dibujar un triángulo perfecto; blanco, blanco con la juvenil frescura a la que advierte de su llegada la madurez grave que vuelve cansada y algo triste la mirada...
Sí sí sí te hemos visto blanco... Blanco como el caballo alado que te eleva, te eleva y te alcanza hasta las lujosas mansiones del decidir... Te eleva y, con cada impulso de sus blancas alas, te aleja de la cuadra menesterosa y sin puertas en la que el obediente Platero repasa la vida, sueña los sueños y espera la Nada...!
¡Pobre, pobre Platero!
Es curioso, pero, aún así, me parece que te extraña... Hablaré con él para que te olvide...!
J.Alberto Valadez
Lunes 5 de febrero de 2024
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