
Arturo Méndez
Adios Alfredo, hasta luego
Carta al recientemente fallecido cirujano palmero Alfredo Martín.
Son tantos los recuerdos, son tantas las anécdotas, son tantas las vivencias que se me vienen a mi cabeza que no dejo de sonreir, de lagrimear, de sentir una opresión en el pecho en estos momentos.
Fueron muchos los años en que convivimos, quizás los mejores de nuestras vidas, primero aquellos años del instituto con aquellos profesores y amigos inolvidables a los que llegamos a querer y del que tantos cuentos hermos recordado en nuestras comidas, después vendrían aquellos otros años de Facultad, en nuestra queridisima Sevilla, nuestra segunda tierra.
De esa época recordamos, mucho mas que a los profesores, a todas las aventuras que vivimos junto a nuestro tercer mosquetero, Pedro (Rodriguez de Vera), toda una colección de recordatorios y experiencias vividas dia trás dia, pensiones y pisos de alquiler, noches en vela por estudios o por parranda, exámenes, guardias desde tercer año de carrera, salidas y entradas con nuestras novias, excursiones por Andalucía, risas pero también algún llanto, muchas cosas como para olvidarlas.
Cómo olvidar los apuros que pasamos haciendo guardias solos, como alumnos internos de Cirugía en aquellas interminables salas del viejo Hospital de las Cinco Llagas del año 1.500, hoy Parlamento de Andalucia, y en las que tanto aprendimos o aquellos exámenes orales con el profesor Viña Giner.
Tú seguiste con la Cirugía, pero yo me tropecé con el Profesor Suárez Perdiguero y me convenció para que hiciera Pediatría. No obstante, tras terminar la carrera y seguir caminos diferentes en la misma, los caminamos en el mismo lugar, en nuestras islas, en nuestro Hospital Universitario de Tenerife donde convivimos décadas, nos casamos, los tres tuvimos sólo niñas, cumpliéndose así la maldicion de la gitana doña Isabel que nos deseó en aquel piso de la calle Vidrio donde vivimos los ultimos tres años sevillanos, pasamos años duros pero felices, tú disfrutastes de tus caballos y gallos, nos hicimos viejos, nuestras hijas se casaron, nos hicieron abuelos, enfermamos..... vivimos.
Primero se fue Pedro, el más jóven, luego te has ido tú, el más viejo, y un día de estos me iré yo, y así en un abrir y cerrar de ojos los tres mosqueteros vivieron su vida, una vida que fue muy féliz para los tres, con sus ratos buenos y malos como la vida misma, con unas familias maravillosas y envidiables, dando gracias a Dios por todo ello.
Alfredo, un abrazo y hasta luego. DEP.
Arturo Méndez.
Sábado 19 de agosto de 2023
Son tantos los recuerdos, son tantas las anécdotas, son tantas las vivencias que se me vienen a mi cabeza que no dejo de sonreir, de lagrimear, de sentir una opresión en el pecho en estos momentos.
Fueron muchos los años en que convivimos, quizás los mejores de nuestras vidas, primero aquellos años del instituto con aquellos profesores y amigos inolvidables a los que llegamos a querer y del que tantos cuentos hermos recordado en nuestras comidas, después vendrían aquellos otros años de Facultad, en nuestra queridisima Sevilla, nuestra segunda tierra.
De esa época recordamos, mucho mas que a los profesores, a todas las aventuras que vivimos junto a nuestro tercer mosquetero, Pedro (Rodriguez de Vera), toda una colección de recordatorios y experiencias vividas dia trás dia, pensiones y pisos de alquiler, noches en vela por estudios o por parranda, exámenes, guardias desde tercer año de carrera, salidas y entradas con nuestras novias, excursiones por Andalucía, risas pero también algún llanto, muchas cosas como para olvidarlas.
Cómo olvidar los apuros que pasamos haciendo guardias solos, como alumnos internos de Cirugía en aquellas interminables salas del viejo Hospital de las Cinco Llagas del año 1.500, hoy Parlamento de Andalucia, y en las que tanto aprendimos o aquellos exámenes orales con el profesor Viña Giner.
Tú seguiste con la Cirugía, pero yo me tropecé con el Profesor Suárez Perdiguero y me convenció para que hiciera Pediatría. No obstante, tras terminar la carrera y seguir caminos diferentes en la misma, los caminamos en el mismo lugar, en nuestras islas, en nuestro Hospital Universitario de Tenerife donde convivimos décadas, nos casamos, los tres tuvimos sólo niñas, cumpliéndose así la maldicion de la gitana doña Isabel que nos deseó en aquel piso de la calle Vidrio donde vivimos los ultimos tres años sevillanos, pasamos años duros pero felices, tú disfrutastes de tus caballos y gallos, nos hicimos viejos, nuestras hijas se casaron, nos hicieron abuelos, enfermamos..... vivimos.
Primero se fue Pedro, el más jóven, luego te has ido tú, el más viejo, y un día de estos me iré yo, y así en un abrir y cerrar de ojos los tres mosqueteros vivieron su vida, una vida que fue muy féliz para los tres, con sus ratos buenos y malos como la vida misma, con unas familias maravillosas y envidiables, dando gracias a Dios por todo ello.
Alfredo, un abrazo y hasta luego. DEP.
Arturo Méndez.
Sábado 19 de agosto de 2023
Isabel | Viernes, 25 de Agosto de 2023 a las 12:12:09 horas
Gracias Arturo por estas palabras tan bonitas hacia mi padre. Es un honor y orgullo para mi poder leer este tipo de cartas tan dedicadas, llenas de recuerdos y sentimientos de personas apreciadas y queridas por él.
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