Marco Aurelio Pérez, el voto útil en San Bartolomé de Tirajana

 

Queda poco para comenzar a recuperar lo perdido. Cuatro años de retrocesos, imperdonables, en los que un desgobierno quebrado y mal unido no ha sido capaz de estar a la altura de las circunstancias. El actual pacto intentó vender alternativas y se ha demostrado que vendió humo. Vendió un cambio y se quedó en recambio. Una unión de partidos a la fuerza con el único fin de gobernar y quitar del medio a AV-PP, sin proyecto y sin hoja de ruta. Todo ello demostrable. 

 

San Bartolomé de Tirajana no aguanta más tiempo con el retroceso de los servicios públicos, con los escándalos mediáticos, con noticias nacionales que empañan la imagen turística del municipio, de cargos públicos que se encierran en sus despachos y no pisan la calle. ¿A caso le atiende la alcaldesa o el concejal de turno ante un problema? La respuesta es no. 

 

Marco Aurelio será alcalde pero debe lograr la mayoría absoluta, aquella de la que dispuso y se vio el avance en el municipio, y si no es así, su aproximación debe ser considerable. Debe liderar un equipo de gestión, el cuál no lo tendrá fácil, pero lo hará, y lo ha demostrado en el pasado. 

 

Nos presenta un equipo preparado, comprometido y con la combinación perfecta entre la renovación y la experiencia para demostrar con hechos y no con promesas que otro San Bartolomé de Tirajana es posible. De ahí el llamamiento de la utilidad del voto ¿qué significa? Pues pensar a quién le damos su confianza. El cambio, y la necesidad del mismo, es más que palpable en el municipio. ¿Pero a quién se lo damos?

 

En las pasadas elecciones AV-PP logró 4771, 8 concejales, y se convirtió en la fuerza política más votada. La ciudadanía se posicionó claramente en una dirección continuista y que premiaba la gestión de Marco Aurelio Pérez al frente del Ayuntamiento, sin embargo el resto de formaciones políticas se sumaron para desbancar a sus cargos públicos y evitar su alcaldía. PSOE, Coalición Canaria, Ciudadanos y Nueva Canarias. Unidos en un matrimonio interesado y ahí están los resultados. Idas y venidas, amores y desamores (y el municipio sin atender).

 

Por otro lado, 2385 personas decidieron votar a formaciones políticas que no consiguieron representación, votos que prácticamente fueron a la basura y no sirvieron para experimentar ningún cambio o apoyo continuista al municipio. Entre ellos personas que decidieron votar a Paco Pérez (Unidos por Gran Canaria), Vox o Podemos. 

 

Por estos motivos y por otros tantos, es necesario reflexionar sobre el voto útil. Darle la confianza a Marco Aurelio Pérez y no dividir ese voto de cambio es garantía de gobierno, es hacer posible su gobernabilidad y que no se dependa de pactos futuros. La mayoría absoluta se puede conseguir. Dividir ese voto (como se hizo en las pasadas elecciones) es poner en manos de los que están y de sus socios camuflados el bienestar de la ciudadanía. 

 

Hay que pensar en clave municipal, en situar la realidad de San Bartolomé de Tirajana como prioridad, dejemos de pensar en partidos políticos de corte nacional y pensemos en un equipo. En los municipios se vota a la persona, a un equipo, más allá de las siglas políticas. Dejemos la pasión de los partidos nacionales para eso, para las elecciones al Gobierno de España, dónde PSOE, PP, Vox o Podemos entran en acción, porque como comprobamos parte de esos votos no sirvieron para nada y no consiguieron representación. Centremos el voto.