Crónicas Bananeras
TER 0-1 UD À LA RECHERCHE DU TEMPS PERDU
El equipo está en una bajona evidente, el tiki-taka degeneró un tiki-zombi en el que solo la candidez extrema del Teruel nos evitó tanto disgustos como trabajo ya que la UD no jugaba a nada,
CRÓNICAS BANANERAS
1ª jornada Copa 13/nov 2022
TER 0-1 UD
Es falso que el tiempo lo cure todo, lo único parecido a un elixir para acabar con todos los problemas es la pasta y a veces ni con eso llega. Llevamos ya tres semanas de Vía Crucis fuera del liderato y al equipo le tocó dejar la Liga aparcada -justo al lado de un Lamborghini escachao - para tentar su suerte y tratar de ganarle al Teruel, que, con todos nuestros respetos, no aguantaría tres bofetones en la 3ª división canaria. Lo del equipo en su momento actual se trata del síndrome de "Aún puedo cagarla más" del jugador de tragaperras que lleva perdiendo toda la noche, pero apura la última mano con el euro de la guagua que le queda por si puede volverse para casa con 50€ pál taxi. El escenario provisto para la ceremonia de expiación, o, en su caso, de exorcismo, era Teruel, un encantador rincón del interior de la España interior, que nos recordaba que, hace no mucho, las temporadas enteras de la UD en la cloaca de 2ªB pasaban por visitar puntualmente poblaciones tan pintorescas, bucólicas y desoladas como Binéfar, Almendralejo, Ceuta, Aranjuez, El Ejido, San Roque o Santacrusss. Pero esa villa aragonesa en concreto no había tenido la suerte de haber sido honrada con la visita de nuestro representativo.
La duda era, claro está, de qué cojones de representatividad estábamos hablando, ya que Pimienta dejó en la isla -con el gayumbo de castidad puesto- a más de medio equipo -la mitad buena, según un criterio mayoritario de la canariedad - y se embarcó pallá con medio equipo de los que suelen jugar a cachos y con el piberío -pá tapar agujeros y por si aparece otra perla de 15 o 20 kilos-. La UDesfera respondió con cierta indiferencia a la convocatoria y al comunicado hueco del club sobre que a la Copa se le iba a dar su relevancia también, que no se tiraban partidos y que si patatín y que si patatán, debido, sobre todo, a que empezamos a recobrar el callo en el alma del sufrimiento que nos da la hijaputa de la UD. El que sí se lo tomó en serio fue el Doctor Cazzopiccolo, que abandonó su retiro espiritual en el Santa Catalina para ofrecer un análisis científico del fenómeno de la desacoplación emocional en curso entre el equipo y la canariedad: "Imaginá, apenas tres semanas atrás, una ardisha podía cruzar la isla de sur a norte saltando de orgasmo en orgasmo sin necesidad de tocar el suelo. Nos revolcábamos en nuestro propio semen -enfatiza el terapeuta-, ebrios de energía y poder, viste? y de repente nos despertamos y estamos acá, perdidos en una zona remota en mitad de ningún sitio (y conste que esto lo dicen hasta eshos, aclara), para jugar con una alineación irreconocible y exponiéndonos a un taponazo de dimensiones históricas, a la altura de las últimas 20 o 30 veces que nos han botado de forma vergonzosa de la Copa un montón de equipos de boludos"
Fuera como fuera, la alineación con la que Pimienta sacó el culito por la puerta del vestuario no era para tranquilizar a nadie: Domínguez; Lemos, Sidnei, E. Clemente, Joel, Ó. Clemente, Fabio, Julen, Álvaro J., Ale García, y Pejiño. El míster sacó a pasear su versión más esotérica y dejó en el banco a la artillería pesada para hacer debutar a tres pipiolos: Joel, Julen y Ale, que le pusieron ardor guerrero pero no tiraron ninguna puerta abajo. La UD trincó la pelota como de costumbre y empezó a marear al Teruel, pero se ve que aquellos ven los partidos por la tele y eibarizaron el partido enterrándose hasta las rodillas cerca de su área. A falta de referencias de desatasque como Viera, Moleiro y Loiodice, el tiki-taka degeneró un tiki-zombi en el que solo la candidez extrema de los aragoneses nos evitó tanto disgustos como trabajo ya que la UD no jugaba a nada, pero aquellos a menos todavía y aunque la UD hizo varios tiros en esa primera parte, el 0-0 no era del todo injusto ya que reflejaba la completa incompetencia futbolística de los dos equipos.
No sabemos si el catalán llevaba preparada la jugada táctica para la segunda mitad, esa que consistía en un arrebato de lucidez y poner a alguien que llevara la pelota arriba con rapidez y decisión y a otro que rematara cualquier cosa, pero es lo que hizo, sacando a Moleiro y Sandro por Julen y Ale -que por cierto, abandonaron el césped con mareos y tortículis y están en tratamiento con Biodramina y Reflex-. El juego no mejoró gran cosa, pero la UD empujó a aquel equipo hasta su área y tocó a degüello, y a lo loco, y los huecos fueron apareciendo. A Sandro no se le podrá acusar jamás de meter 30 goles en una temporada, pero tampoco de rajarse en ningún partido. Con sus choques y aceleraciones -hasta que se volvió a gripar- fue desencajando al Teruel y fruto de esa cierta aceleración en el juego la UD se puso a distancia de pescuezo, el Niño Polla sirvió un cambio de juego sencillamente imperial sobre Pejiño, que fue amagando y meándose tíos hasta que encontró el bujero y culminó con un zurdazo seco al palo corto (55´). Un cuarto de hora después Sandro se jodió y Pimienta trancó con Alex Suárez y ahí se acabó la historia. El Teruel remató un cornito de mierda y la UD pifió dos o tres ocasiones -una de Lemos como pá darle cuatro galletas con la mano abierta-, y a cagar.
Una vez culminada esta gesta deportiva la UD volverá a la mina de la liga a seguir picando, con el aliciente de que la Smartbank no para por el Mundial -por otra parte una competición absolutamente devaluada por la ausencia de Viera-, por lo que podremos acaparar los focos sin las sombras que intentan hacernos los RealesMadriles y los Barcelonas de turno y el resto de los envidiosos. El equipo está en una bajona evidente y estamos a la espera de saber si lo del cochino tiene remedio o no esperamos ni a San Martín para echarnos al monte y empezar a pedir cabezas. Pimienta, despabila, que tú no sabes como se pone aquí la peña cuando se le llena la cachimba.
IGOR RUÎNALKASINO

CRÓNICAS BANANERAS
1ª jornada Copa 13/nov 2022
TER 0-1 UD
Es falso que el tiempo lo cure todo, lo único parecido a un elixir para acabar con todos los problemas es la pasta y a veces ni con eso llega. Llevamos ya tres semanas de Vía Crucis fuera del liderato y al equipo le tocó dejar la Liga aparcada -justo al lado de un Lamborghini escachao - para tentar su suerte y tratar de ganarle al Teruel, que, con todos nuestros respetos, no aguantaría tres bofetones en la 3ª división canaria. Lo del equipo en su momento actual se trata del síndrome de "Aún puedo cagarla más" del jugador de tragaperras que lleva perdiendo toda la noche, pero apura la última mano con el euro de la guagua que le queda por si puede volverse para casa con 50€ pál taxi. El escenario provisto para la ceremonia de expiación, o, en su caso, de exorcismo, era Teruel, un encantador rincón del interior de la España interior, que nos recordaba que, hace no mucho, las temporadas enteras de la UD en la cloaca de 2ªB pasaban por visitar puntualmente poblaciones tan pintorescas, bucólicas y desoladas como Binéfar, Almendralejo, Ceuta, Aranjuez, El Ejido, San Roque o Santacrusss. Pero esa villa aragonesa en concreto no había tenido la suerte de haber sido honrada con la visita de nuestro representativo.
La duda era, claro está, de qué cojones de representatividad estábamos hablando, ya que Pimienta dejó en la isla -con el gayumbo de castidad puesto- a más de medio equipo -la mitad buena, según un criterio mayoritario de la canariedad - y se embarcó pallá con medio equipo de los que suelen jugar a cachos y con el piberío -pá tapar agujeros y por si aparece otra perla de 15 o 20 kilos-. La UDesfera respondió con cierta indiferencia a la convocatoria y al comunicado hueco del club sobre que a la Copa se le iba a dar su relevancia también, que no se tiraban partidos y que si patatín y que si patatán, debido, sobre todo, a que empezamos a recobrar el callo en el alma del sufrimiento que nos da la hijaputa de la UD. El que sí se lo tomó en serio fue el Doctor Cazzopiccolo, que abandonó su retiro espiritual en el Santa Catalina para ofrecer un análisis científico del fenómeno de la desacoplación emocional en curso entre el equipo y la canariedad: "Imaginá, apenas tres semanas atrás, una ardisha podía cruzar la isla de sur a norte saltando de orgasmo en orgasmo sin necesidad de tocar el suelo. Nos revolcábamos en nuestro propio semen -enfatiza el terapeuta-, ebrios de energía y poder, viste? y de repente nos despertamos y estamos acá, perdidos en una zona remota en mitad de ningún sitio (y conste que esto lo dicen hasta eshos, aclara), para jugar con una alineación irreconocible y exponiéndonos a un taponazo de dimensiones históricas, a la altura de las últimas 20 o 30 veces que nos han botado de forma vergonzosa de la Copa un montón de equipos de boludos"
Fuera como fuera, la alineación con la que Pimienta sacó el culito por la puerta del vestuario no era para tranquilizar a nadie: Domínguez; Lemos, Sidnei, E. Clemente, Joel, Ó. Clemente, Fabio, Julen, Álvaro J., Ale García, y Pejiño. El míster sacó a pasear su versión más esotérica y dejó en el banco a la artillería pesada para hacer debutar a tres pipiolos: Joel, Julen y Ale, que le pusieron ardor guerrero pero no tiraron ninguna puerta abajo. La UD trincó la pelota como de costumbre y empezó a marear al Teruel, pero se ve que aquellos ven los partidos por la tele y eibarizaron el partido enterrándose hasta las rodillas cerca de su área. A falta de referencias de desatasque como Viera, Moleiro y Loiodice, el tiki-taka degeneró un tiki-zombi en el que solo la candidez extrema de los aragoneses nos evitó tanto disgustos como trabajo ya que la UD no jugaba a nada, pero aquellos a menos todavía y aunque la UD hizo varios tiros en esa primera parte, el 0-0 no era del todo injusto ya que reflejaba la completa incompetencia futbolística de los dos equipos.
No sabemos si el catalán llevaba preparada la jugada táctica para la segunda mitad, esa que consistía en un arrebato de lucidez y poner a alguien que llevara la pelota arriba con rapidez y decisión y a otro que rematara cualquier cosa, pero es lo que hizo, sacando a Moleiro y Sandro por Julen y Ale -que por cierto, abandonaron el césped con mareos y tortículis y están en tratamiento con Biodramina y Reflex-. El juego no mejoró gran cosa, pero la UD empujó a aquel equipo hasta su área y tocó a degüello, y a lo loco, y los huecos fueron apareciendo. A Sandro no se le podrá acusar jamás de meter 30 goles en una temporada, pero tampoco de rajarse en ningún partido. Con sus choques y aceleraciones -hasta que se volvió a gripar- fue desencajando al Teruel y fruto de esa cierta aceleración en el juego la UD se puso a distancia de pescuezo, el Niño Polla sirvió un cambio de juego sencillamente imperial sobre Pejiño, que fue amagando y meándose tíos hasta que encontró el bujero y culminó con un zurdazo seco al palo corto (55´). Un cuarto de hora después Sandro se jodió y Pimienta trancó con Alex Suárez y ahí se acabó la historia. El Teruel remató un cornito de mierda y la UD pifió dos o tres ocasiones -una de Lemos como pá darle cuatro galletas con la mano abierta-, y a cagar.
Una vez culminada esta gesta deportiva la UD volverá a la mina de la liga a seguir picando, con el aliciente de que la Smartbank no para por el Mundial -por otra parte una competición absolutamente devaluada por la ausencia de Viera-, por lo que podremos acaparar los focos sin las sombras que intentan hacernos los RealesMadriles y los Barcelonas de turno y el resto de los envidiosos. El equipo está en una bajona evidente y estamos a la espera de saber si lo del cochino tiene remedio o no esperamos ni a San Martín para echarnos al monte y empezar a pedir cabezas. Pimienta, despabila, que tú no sabes como se pone aquí la peña cuando se le llena la cachimba.
IGOR RUÎNALKASINO
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