CRÓNICAS BANANERAS
Mirandés 3-3 UDLP: Teoría de las Maldiciones Futbolísticas
Igor nos relata que el equipo estaba barriendo Anduva con fútbol de categoría y de repente: Pase pácá, pase pállá, pase páná, la UD se relajó y se dejó dormir
8ª jornada, 02/oct 2022
MIR 3-3 UD
TEORÍA DE LAS MALDICIONES FUTBOLÍSTICAS
Hubo un tiempo en que la UD sufría también de maldiciones futbolísticas y no conseguíamos ganar ni jugando a las chapas en el Bernabéu, por ejemplo -bueno, ni en Anfield, ni en San Siro, ni en el Parque de los Príncipes, por no alargar la lista-, cosa que cabreaba mucho, pero se atenuaba por el hecho de que al menos jugabas allí todos los años y en algún momento llegaría y todos lo dábamos por hecho y hasta por bueno, pero, Anduva? Estamos hablando en serio? Anduva, Miranda de Ebro?
2.000 tranxiliums después, sigo teniendo pesadillas con el puto Mirandés. Ya sé que cogerse un empute con un equipo es una gilipollada porque al final son otros toxicómanos desgraciados como nosotros, pero en el caso del Mirandés vamos a hacer una excepción debido a la gravedad de los daños emocionales que la UD sufrió el año pasado cuando en su visita a ese oscuro rincón de la estepa nos comimos 4, el pobre Benito salió traumatizado por la sodomización retransmitida en directo a que le sometió un extremito marroquí que jugaba allí y Pepe Mel pidió hora en el notario para las últimas voluntades.
Fue horroroso y vergonzoso. La UD, representante sentimental de un colectivo social que coloniza la isla desde hace más de 1.000 años en los que hemos recibido toda clase de aportes culturales, identitarios, distintivos, complementarios y, sobre todo, seminíferos, para convertirnos en esta sociedad culta y sofisticada que somos hoy, fue arrastrada por el lodo por un equipo de a tomar por culo en el que a los jugadores les habían enchufado el cerebro con los testículos con un tubo, corrían con un botijo en la mano y se turnaban para parar a merendar durante el partido.
El espectáculo era un bochorno. Desde las gradas, miles de clones de Paco Martínez Soria, Alfredos Landas y Gracitas Morales jaleaban a sus jabalíes para que siguieran cosiendo a colmillazos la reputación de la UD. Ese fue el día en que Pepe Mel se quedó solo con sus alzheimeradas, y allí mismo, a orillas del Volga, se improvisó un oficio religioso y se le dio tierra al Proyecto YayoMel III que en paz descanse.
El Mirandés sólo había ganado un partido en casa, así que iban a estar como un flan y nosotros llegábamos hinchados como buchúos, dispuestos a lavar la afrenta con sangre -con la suya, claro- pasándoles el liderato y la lujosa plantilla 2022/2023 por los morros.
Pimienta no movió el equipo y lo fió todo a la picadora de Jonathan Viera que estaba empezando a trabajar a 2.000 vatios y al sufrido grupo de sospechosos habituales. El Mirandés lo apostó todo a la presión y a la leña al por mayor -les pitaron 21 faltas en el partido, una cada 4 minutos- sin que el árbitro se atreviera a expulsarle ningún jugador, que ya es arte.
Salieron toritos los cinco minutos que les duró la pelota hasta que la UD inclinó el campo pá abajo y Mastro Viera empezó a surtir juego, que es precisamente cuando empezaron las malas noticias. Marc Cardona falló dos ocasiones claras antes de joderse a la media hora, un rato antes se había caído Coco pero la UD logró remontar la situación subiendo el pistón y en el 26´ una combinación de banda a banda entre Clemente y Jiménez terminó con un toque suave de Álvaro sobre el portero que confirmó al extremo andaluz como el nuevo Pejiño y puso al equipo por delante.
El equipo estaba barriendo Anduva con fútbol de categoría y Viera estuvo a punto de doblar el marcador en jugada individual que terminó en un poste. La canariedad babeaba frente a los televisores, amorcillonada porque el dominio era absoluto y esperábamos que el equipo no soltara el pescuezo del Mirandés hasta que le sacara la nuez a chascadas y dejara la piltrafa a disposición de los quebrantahuesos que sobrevolaban el estadio -por llamarle algo a aquel solar-.
Pero no, en vez del toque de a degüello, la UD optó por enfriar el partido y jugar a la ruleta rusa del pegapasismo con una hora por delante.
El Mirandés, que no se creía aquella levantada de pata del acelerador se recompuso, y como tenía campo para correr puso en marcha su estrategia básica de competición que se basa en poner la pelota en el otro campo y, una vez allí, que el primero que se la encuentre tire a puerta, les parecerá primitivo, pero les funciona y volvió a funcionarles para empatar el partido al filo del descanso colgando un balón en el área chica donde la defensa amarilla fue desbordada por un -1- solo jugador local que fusiló a Valles in his face en el 50´.
Un accidente, pensamos todos, seguro que Pimi lo arregla. A todas estas, en el treinta y pico, se produjo el momento Caballo Loco. Sandro entró por Marc Cardona y abrió su etapa en el equipo, habida cuenta que tiene a la competencia en silla de ruedas y que es el único 9 disponible para semanas. No parece estar en plena forma todavía, pero así y todo tiene más peligro que un mono con una metralleta y a los pocos minutos de la reanudación -54´- recibió de espaldas en la frontal un pase profundo de Viera, protegió el control orientado con la carcasa que Dios le dio, giró sobre su propio eje como Nureyev y largó una volea de izquierdas justo a la base del palo largo. Si hubiera metido 10 o 12 de esos en Inglaterra todavía estaría jugando allí.
El crochet al mentón del Mirandés lo dejó groggy y la UD buscó el KO definitivo, y lo encontró, o al menos eso pareció en ese momento, por que recuperó la pelota justo en el saque de centro, Sergi Cardona la trasladó hasta la posición avanzada y desde allí sacó un pase corrido paralelo a la frontal del área que Benito dejó pasar para que Viera entrase en carrera perpendicular a portería y fusilase con clase y sangre fría.
Era el minuto 57 y aquello estaba hecho, se ganaba 1-3, el Mirandés estaba en la lona y la UD destilaba un hilillo de baba por los colmillos, era cuestión de no volver a repetir el error de la primera parte en que dejamos que el muerto se levantara.
Pimi retiró a Sandro, que llevaba media hora en el terreno de juego, para que no se gastara y sacó a Moleirito y a Fabio -que tiene en esta temporada el papel del hombre-gelatina y lo sacan para espesar los partidos- con el objetivo, suponemos, de cortar una posible progresión del Mirandés y, al tiempo, aprovechar al chicharrerillo y su chispa para terminar de darle el batatazo al Mirandés, a la maldición de Anduva y a su puta madre.
Ni flowers. Pase pácá, pase pállá, pase páná, el equipo se relajó y se dejó dormir, precisamente el día en que la defensa de la UD recordó los peores tiempos con Pepe Mel.
Se supone que en partidos así defiendes con la pelota y eso evita que el otro se te venga encima, pero eso solo pasa si atacas con la pelota, porque si te limitas a pasearla de un lado pá otro al final te la comes cruda.
Y eso es lo que pasó, el Mirandés sacó a un tal García -directamente del Imserso- y en el 87´en un puto córner saltó más que nadie y cabeceó dentro. 3-2 y unos minutillos por delante para romper el maleficio, amarrar 3 puntitos y seguir al frente del machito.
No hubo manera, oiga, ni control del partido, ni posesión, ni pollas en vinagre. Ni siquiera fuimos capaces de enmierdar el partido con alguna falta, pérdida de tiempo o agresión oportuna, nada, el equipo terminó de hundirse atrás y dos minutos después aquellos se arrimaron hasta el fondo, sacaron el pase de la muerte atrás y nos follaron vivos. En resumen, perdimos el partido por 3-3.
Pimienta se quejó en rueda de prensa de haber perdido dos puntos, y lo dijo como si él no hubiera tenido nada que ver en el asunto, pero digo yo que si el equipo se ha puesto por delante dos veces y en las dos ocasiones después se ha echado pátrás a verlas venir algo tendrá él que ver, no?
Hay que valorar el esfuerzo que ha hecho el entrenador por sintonizar con la canariedad. La gente de su entorno ha filtrado que está ya en segundo de guanche en la Escuela Oficial de Idiomas y que merienda cada día plátano escachao con gofio, pero a lo mejor nadie le ha transmitido adecuadamente cuál es la postura oficial de la canariedad en caso de que faltando cinco minutos vayas ganando 1-3 a un equipejo en descenso que es mucho peor que tú, así que vamos a ayudar a su definitiva canarización aclarando este concepto, Pimienta, en estos casos: gana el puto partido, nos da igual como lo hagas, pero gánalo. Está claro?
IGOR FOLLAOSPÁCASA

8ª jornada, 02/oct 2022
MIR 3-3 UD
TEORÍA DE LAS MALDICIONES FUTBOLÍSTICAS
Hubo un tiempo en que la UD sufría también de maldiciones futbolísticas y no conseguíamos ganar ni jugando a las chapas en el Bernabéu, por ejemplo -bueno, ni en Anfield, ni en San Siro, ni en el Parque de los Príncipes, por no alargar la lista-, cosa que cabreaba mucho, pero se atenuaba por el hecho de que al menos jugabas allí todos los años y en algún momento llegaría y todos lo dábamos por hecho y hasta por bueno, pero, Anduva? Estamos hablando en serio? Anduva, Miranda de Ebro?
2.000 tranxiliums después, sigo teniendo pesadillas con el puto Mirandés. Ya sé que cogerse un empute con un equipo es una gilipollada porque al final son otros toxicómanos desgraciados como nosotros, pero en el caso del Mirandés vamos a hacer una excepción debido a la gravedad de los daños emocionales que la UD sufrió el año pasado cuando en su visita a ese oscuro rincón de la estepa nos comimos 4, el pobre Benito salió traumatizado por la sodomización retransmitida en directo a que le sometió un extremito marroquí que jugaba allí y Pepe Mel pidió hora en el notario para las últimas voluntades.
Fue horroroso y vergonzoso. La UD, representante sentimental de un colectivo social que coloniza la isla desde hace más de 1.000 años en los que hemos recibido toda clase de aportes culturales, identitarios, distintivos, complementarios y, sobre todo, seminíferos, para convertirnos en esta sociedad culta y sofisticada que somos hoy, fue arrastrada por el lodo por un equipo de a tomar por culo en el que a los jugadores les habían enchufado el cerebro con los testículos con un tubo, corrían con un botijo en la mano y se turnaban para parar a merendar durante el partido.
El espectáculo era un bochorno. Desde las gradas, miles de clones de Paco Martínez Soria, Alfredos Landas y Gracitas Morales jaleaban a sus jabalíes para que siguieran cosiendo a colmillazos la reputación de la UD. Ese fue el día en que Pepe Mel se quedó solo con sus alzheimeradas, y allí mismo, a orillas del Volga, se improvisó un oficio religioso y se le dio tierra al Proyecto YayoMel III que en paz descanse.
El Mirandés sólo había ganado un partido en casa, así que iban a estar como un flan y nosotros llegábamos hinchados como buchúos, dispuestos a lavar la afrenta con sangre -con la suya, claro- pasándoles el liderato y la lujosa plantilla 2022/2023 por los morros.
Pimienta no movió el equipo y lo fió todo a la picadora de Jonathan Viera que estaba empezando a trabajar a 2.000 vatios y al sufrido grupo de sospechosos habituales. El Mirandés lo apostó todo a la presión y a la leña al por mayor -les pitaron 21 faltas en el partido, una cada 4 minutos- sin que el árbitro se atreviera a expulsarle ningún jugador, que ya es arte.
Salieron toritos los cinco minutos que les duró la pelota hasta que la UD inclinó el campo pá abajo y Mastro Viera empezó a surtir juego, que es precisamente cuando empezaron las malas noticias. Marc Cardona falló dos ocasiones claras antes de joderse a la media hora, un rato antes se había caído Coco pero la UD logró remontar la situación subiendo el pistón y en el 26´ una combinación de banda a banda entre Clemente y Jiménez terminó con un toque suave de Álvaro sobre el portero que confirmó al extremo andaluz como el nuevo Pejiño y puso al equipo por delante.
El equipo estaba barriendo Anduva con fútbol de categoría y Viera estuvo a punto de doblar el marcador en jugada individual que terminó en un poste. La canariedad babeaba frente a los televisores, amorcillonada porque el dominio era absoluto y esperábamos que el equipo no soltara el pescuezo del Mirandés hasta que le sacara la nuez a chascadas y dejara la piltrafa a disposición de los quebrantahuesos que sobrevolaban el estadio -por llamarle algo a aquel solar-.
Pero no, en vez del toque de a degüello, la UD optó por enfriar el partido y jugar a la ruleta rusa del pegapasismo con una hora por delante.
El Mirandés, que no se creía aquella levantada de pata del acelerador se recompuso, y como tenía campo para correr puso en marcha su estrategia básica de competición que se basa en poner la pelota en el otro campo y, una vez allí, que el primero que se la encuentre tire a puerta, les parecerá primitivo, pero les funciona y volvió a funcionarles para empatar el partido al filo del descanso colgando un balón en el área chica donde la defensa amarilla fue desbordada por un -1- solo jugador local que fusiló a Valles in his face en el 50´.
Un accidente, pensamos todos, seguro que Pimi lo arregla. A todas estas, en el treinta y pico, se produjo el momento Caballo Loco. Sandro entró por Marc Cardona y abrió su etapa en el equipo, habida cuenta que tiene a la competencia en silla de ruedas y que es el único 9 disponible para semanas. No parece estar en plena forma todavía, pero así y todo tiene más peligro que un mono con una metralleta y a los pocos minutos de la reanudación -54´- recibió de espaldas en la frontal un pase profundo de Viera, protegió el control orientado con la carcasa que Dios le dio, giró sobre su propio eje como Nureyev y largó una volea de izquierdas justo a la base del palo largo. Si hubiera metido 10 o 12 de esos en Inglaterra todavía estaría jugando allí.
El crochet al mentón del Mirandés lo dejó groggy y la UD buscó el KO definitivo, y lo encontró, o al menos eso pareció en ese momento, por que recuperó la pelota justo en el saque de centro, Sergi Cardona la trasladó hasta la posición avanzada y desde allí sacó un pase corrido paralelo a la frontal del área que Benito dejó pasar para que Viera entrase en carrera perpendicular a portería y fusilase con clase y sangre fría.
Era el minuto 57 y aquello estaba hecho, se ganaba 1-3, el Mirandés estaba en la lona y la UD destilaba un hilillo de baba por los colmillos, era cuestión de no volver a repetir el error de la primera parte en que dejamos que el muerto se levantara.
Pimi retiró a Sandro, que llevaba media hora en el terreno de juego, para que no se gastara y sacó a Moleirito y a Fabio -que tiene en esta temporada el papel del hombre-gelatina y lo sacan para espesar los partidos- con el objetivo, suponemos, de cortar una posible progresión del Mirandés y, al tiempo, aprovechar al chicharrerillo y su chispa para terminar de darle el batatazo al Mirandés, a la maldición de Anduva y a su puta madre.
Ni flowers. Pase pácá, pase pállá, pase páná, el equipo se relajó y se dejó dormir, precisamente el día en que la defensa de la UD recordó los peores tiempos con Pepe Mel.
Se supone que en partidos así defiendes con la pelota y eso evita que el otro se te venga encima, pero eso solo pasa si atacas con la pelota, porque si te limitas a pasearla de un lado pá otro al final te la comes cruda.
Y eso es lo que pasó, el Mirandés sacó a un tal García -directamente del Imserso- y en el 87´en un puto córner saltó más que nadie y cabeceó dentro. 3-2 y unos minutillos por delante para romper el maleficio, amarrar 3 puntitos y seguir al frente del machito.
No hubo manera, oiga, ni control del partido, ni posesión, ni pollas en vinagre. Ni siquiera fuimos capaces de enmierdar el partido con alguna falta, pérdida de tiempo o agresión oportuna, nada, el equipo terminó de hundirse atrás y dos minutos después aquellos se arrimaron hasta el fondo, sacaron el pase de la muerte atrás y nos follaron vivos. En resumen, perdimos el partido por 3-3.
Pimienta se quejó en rueda de prensa de haber perdido dos puntos, y lo dijo como si él no hubiera tenido nada que ver en el asunto, pero digo yo que si el equipo se ha puesto por delante dos veces y en las dos ocasiones después se ha echado pátrás a verlas venir algo tendrá él que ver, no?
Hay que valorar el esfuerzo que ha hecho el entrenador por sintonizar con la canariedad. La gente de su entorno ha filtrado que está ya en segundo de guanche en la Escuela Oficial de Idiomas y que merienda cada día plátano escachao con gofio, pero a lo mejor nadie le ha transmitido adecuadamente cuál es la postura oficial de la canariedad en caso de que faltando cinco minutos vayas ganando 1-3 a un equipejo en descenso que es mucho peor que tú, así que vamos a ayudar a su definitiva canarización aclarando este concepto, Pimienta, en estos casos: gana el puto partido, nos da igual como lo hagas, pero gánalo. Está claro?
IGOR FOLLAOSPÁCASA
J. Brito | Domingo, 02 de Octubre de 2022 a las 12:40:41 horas
A pimienta se le olvidó en Miranda de Ebro que “hasta el rabo todo es toro”.
Magnifica crónica sin desperdicio de lo que le pasa nuestro equipillo, después del acelerón viene la desgana y eso en canario es “los jugadores se abartolan” -que no tengo idea quién fue Bartolo y si el pobre era gandul o no, y con todos mis respetos me encanta el término para definir a los integrantes del equipo amarillo, con total descrédito para su entrenador ayer por la falta de estrategia
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