Asusta la quietud expectante del verano

      Caminando con las manos en los bolsillos me dije esta mañana: “estoy harto de llevarme dentro”. Me hablé de forma distendida, sin mayores exigencias: “sería buena cosa la de poder custodiarse uno desde fuera de su propia individualidad”.

      Aburre conocer las calles tan al dedillo. Se cansa uno de estar siempre acompañándose, sobre todo, cuando ya no eres capaz de engañarte con Revoluciones inútiles e imposibles y… lejanas, cuanto más alejadas las Revoluciones, mejor.

      Estoy hasta los mismísimos de saberme un engreído tolete con suerte. Harto de palparme los bolsillos cada vez que me pongo en pie como si existiera riesgo de perder algo de valor en el asiento de la guagua; harto de fijarme en las paredes de las casas antiguas preguntándome por el ayer para eludir la inquietud del rabioso presente; harto de apalearme con diligencias innecesarias porque me asusta la quietud expectante del verano...

      ...Harto de caminar por la calle como si tuviera que llegar y me fuera la vida en ello…. Estoy harto de este maldito Estado Social y Democrático de Derecho que ni es Democrático, ni sabe de solidaridades, ni le importa un comino la realidad de una Justicia que trate de respetar nuestra dignidad bien ganada de seres humanos…

    ¿Será este el hartazgo que ensayan para nosotros el PPSOE y sus Medios de Comunicación…?

¡Vaya…! ¡Por fin refresca la tarde…! 

J. Alberto Valadez

Jueves 23 de agosto de 2012