Nigeria en la encrucijada

Nigeria, uno de los países más populosos de África, ha tenido siempre y por desgracia, muchos problemas tribales, religiosos, etcétera.  No se olvida la Guerra de Biafra que tanto daño ocasionó a la zona más rica en petróleo y gas y de la que, aún hoy, sigue habiendo secuelas. 

Ni los asaltos a los buques fondeados en Lagos a finales de los años setenta, principios de los ochenta, que trajeron mucha sangre y muerte a muchas nacionalidades, entre ellas a los españoles. Ataques que eran perpetrados por piratas dirigidos por un holandés quienes finalmente, fueron ajusticiados en Bar Beach, en Victoria Island. 

Hoy el terrorismo de Boko Haram sigue centrando la noticia en el noroeste del país, aunque Buhari y su Gobierno está ganando algunas batallas. 

Actualmente, al haberse asaltado iglesias católicas y asesinado, entre otros miembros, a sus pastores, se está queriendo poner el foco de este problema, en la lucha entre religiones. Pero esto no es del todo cierto.

Según los últimos informes que han llegado a mi redacción, detrás de todo este asunto parece que hay fuertes grupos mafiosos y ladrones quienes, sin apego a religión alguna y sin escrúpulos, se han organizado y actúan como auténticas bandas criminales las cuales están siendo investigadas y cuyo control total se espera alcanzar en el corto o en el medio plazo.