Artistas Canarios
Cuando sonó la alarma
Debían de encontrarse con el doctor a las dos. Él les llevaría con el grupo de personas que viajarían hacia Polonia. Llevar lo necesario, nada de recuerdos ni de objetos nostálgicos, había sido la consigna. Ordenadores, documentos importantes, y algo de ropa para dos o tres cambios. Todo lo demás, les aseguraban, se los facilitarían en el lugar de destino.
Emilse tuvo dificultades en decidir qué era lo que debía de llevar. Padecía trastorno de atención, y cuando estudiaba le costaba reconocer los contenidos centrales.
¿A qué se referían con papeles importantes? Ella escribía un diario desde que tenía 8 años, y guardaba cinco o seis cuadernos llenos de pensamientos.
También tenía sus muñecas de porcelana, a las que vestía con trajes de época, y que decoraban su habitación.
Su madre le dijo que ni hablar de llevarse las muñecas, y le reprochó su actitud infantil.
Su padre entró enérgico en la habitación; se enfadó con Emilse por su actitud pasiva, y metió en el bolso varias camisas y pantalones, ropa interior, un abrigo, dos pares de zapatos y su ordenador.
Cuando sonó la alarma, el mundo le cayó encima.
Pino Lorenzo

Debían de encontrarse con el doctor a las dos. Él les llevaría con el grupo de personas que viajarían hacia Polonia. Llevar lo necesario, nada de recuerdos ni de objetos nostálgicos, había sido la consigna. Ordenadores, documentos importantes, y algo de ropa para dos o tres cambios. Todo lo demás, les aseguraban, se los facilitarían en el lugar de destino.
Emilse tuvo dificultades en decidir qué era lo que debía de llevar. Padecía trastorno de atención, y cuando estudiaba le costaba reconocer los contenidos centrales.
¿A qué se referían con papeles importantes? Ella escribía un diario desde que tenía 8 años, y guardaba cinco o seis cuadernos llenos de pensamientos.
También tenía sus muñecas de porcelana, a las que vestía con trajes de época, y que decoraban su habitación.
Su madre le dijo que ni hablar de llevarse las muñecas, y le reprochó su actitud infantil.
Su padre entró enérgico en la habitación; se enfadó con Emilse por su actitud pasiva, y metió en el bolso varias camisas y pantalones, ropa interior, un abrigo, dos pares de zapatos y su ordenador.
Cuando sonó la alarma, el mundo le cayó encima.
Pino Lorenzo
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