Cartas desde Punta del Hidalgo
Lo que hacen las copas a los contestarios...
Si uno se descuida, eso que los contestarios denominan "El Sistema...", consigue despojarnos también de las escasas ocasiones de vivir que nos van quedando, por muy hipotecada que tengamos esta vida.
Me salva, por lo pronto, el no darme cuenta de casi nada de lo que pasa. Fíjate cómo será la cosa que, a veces, hasta creo que en realidad, no sucede casi nada de lo que nos cuentan...!
¡Lo que hacen las copas compañeros!... Lo que hacen las copas y lo que entontece esta mar tranquila...
Las copas y esta canción francesa que nos roba el tino...
Las copas y este cielo cubierto de ruidos, de promesas, de ecos repetidos, de mensajes trillados, de tesis sin fundamentar, de clichés patentados...!
Al fin y al cabo, parece incontestable eso de que no existe otra manera posible de construir el mundo.
Después de todo, es pura evidencia lo de que todo estaba ya escrito.
De todo punto cierto el contenido de los viejos dogmas, con sus cobardías normativizadas a lo largo de siglos: ¡Resígnate, aquí no puedes hacer Nada...! ¡Aprende a ser agradecido...!¡No está en tu mano...! ¡Sálvate tú como puedas...!
Pero, y entonces, ¿La Historia, La ciencia, el Derecho, la Filosofía, la Música, la loca esperanza de lo inesperado! la solidaridad... la Civilización Humana... Las lágrimas derramadas...?
Entonces... entonces nada.
Nada de eso sirve para nada ¡Simples accidentes, trampas que nos hace, a la mayoría, más tortuoso el camino...para que nunca podamos recuperar la dignidad que nos expropiaron unos pocos, muy pocos... Y hace tanto de ello...!
¡Oiga, lo que hacen las copas... Me voy al agua...!
J. Alberto Valadez
Domingo, 24 de abril de 2016

Si uno se descuida, eso que los contestarios denominan "El Sistema...", consigue despojarnos también de las escasas ocasiones de vivir que nos van quedando, por muy hipotecada que tengamos esta vida.
Me salva, por lo pronto, el no darme cuenta de casi nada de lo que pasa. Fíjate cómo será la cosa que, a veces, hasta creo que en realidad, no sucede casi nada de lo que nos cuentan...!
¡Lo que hacen las copas compañeros!... Lo que hacen las copas y lo que entontece esta mar tranquila...
Las copas y esta canción francesa que nos roba el tino...
Las copas y este cielo cubierto de ruidos, de promesas, de ecos repetidos, de mensajes trillados, de tesis sin fundamentar, de clichés patentados...!
Al fin y al cabo, parece incontestable eso de que no existe otra manera posible de construir el mundo.
Después de todo, es pura evidencia lo de que todo estaba ya escrito.
De todo punto cierto el contenido de los viejos dogmas, con sus cobardías normativizadas a lo largo de siglos: ¡Resígnate, aquí no puedes hacer Nada...! ¡Aprende a ser agradecido...!¡No está en tu mano...! ¡Sálvate tú como puedas...!
Pero, y entonces, ¿La Historia, La ciencia, el Derecho, la Filosofía, la Música, la loca esperanza de lo inesperado! la solidaridad... la Civilización Humana... Las lágrimas derramadas...?
Entonces... entonces nada.
Nada de eso sirve para nada ¡Simples accidentes, trampas que nos hace, a la mayoría, más tortuoso el camino...para que nunca podamos recuperar la dignidad que nos expropiaron unos pocos, muy pocos... Y hace tanto de ello...!
¡Oiga, lo que hacen las copas... Me voy al agua...!
J. Alberto Valadez
Domingo, 24 de abril de 2016
Liria María | Domingo, 01 de Mayo de 2022 a las 21:55:45 horas
Me encantan los relatos de Valadez y sus encuentros con el mar. Los suscribo todos.
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