A Conchi Narváez (PSOE) le pasa factura las obras ilegales de su padre

Parece ser que a la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Conchi Narváez, le está pasando factura las obras ilegales de su padres, unas acciones condenadas por los tribunales de justicia.  Todo comenzó por una denuncia formulada ante la Fiscalía por una vecina, socialista también. Posteriormente se ordenó el derribo de las obras realizadas por Julio Narváez, padre de la alcaldesa, para albergar un centro hípico. De este modo, los tribunales le dieron la razón a la denunciante, que alegaba que las obras no contaban con licencia y que además el suelo era rústico.

La denunciante agotó la vía administrativa y ante la pasividad del consistorio decidió poner el asunto en manos de la Fiscalía, que sí que actuó y sigue actuando en el caso. Con el fin de evitar la cárcel, se comprometió a derribar las obras. En febrero de 2022 el escándalo volvió a sacudir a la primera edil, ya que no se había cumplido con el compromiso acordado en los tribunales y las obras seguían en pie. Un enredo entre alcaldesa y afectado, entre padre e hija. 

Después de esa ahitera mediática, se cogió el martillo y el escoplo y poco a poco se han ido derribando los pilares ilegales. Pero a la misma vez, la denunciante del caso, también ha ido cogiendo lápiz y papel para ir anotando todo. Se dice que sigue al pie de la letra todo lo que se está realizando, lo correcto y lo incorrecto. No piensa callar, ni parar. 

La otra cara de la moneda es la relación entre Conchi Narváez y su propio partido. Lejos de rumores e imprecisiones, la realidad es una, y es que el partido socialista no ha contado con la primera mandataria en sus órganos directivos, elegidos recientemente. Ni a nivel regional, ni a nivel insular. Los escándalos han sacudido con fuerza a la alcaldesa, pero principalmente su falta de reacción ante el escándalo, su pésima administración política y sus declaraciones poco acertadas en los medios de comunicación. 

Sin embargo, parece que a la denunciante del caso, le van mejor las cosas. Querida y admirada dentro del partido, con cargos y además valorada por sus compañeros. Por su parte han sabido entender de qué se trata de un asunto personal, alejado de la actividad socialista, y que "cada cuál sea consecuente con sus acciones". A la vista está, los premiados y los castigados.