Cartas desde Punta del Hidalgo
Este viernes que da cuerda a nuestras ilusiones....
No sabría explicar bien el porqué, ni el cuánto, ni el cómo. Incapaz de fundamentar las razones de esta devoción irracional. Y no es asunto de palabras, ni de conceptos, ni tan siquiera de términos... Más bien, es algo que debe nacer, digo, en la instintiva necesidad de escapar a la exigencia del resto de los días; en la voluntad ilógica de pretender, de cuando en cuando, un salto en el vacío que, sin llevarnos a parte alguna, nos permita aproximarnos a esa aventura que nunca hemos de vivir a pesar de haberla deseado en tantas ocasiones...!
Es la responsabilidad toda de este dichoso viernes que vuelve a repetirse a sí mismo. Este viernes que da cuerda a nuestras ilusiones, que empuja nuestra rutina con la precisión, con la anarquía y con la ingenuidad de un destino, de un poder ajeno, que parece superior, escrito y predeterminado...!
Viernes... Frío invernal... Febrero... Sensación térmica asesina... Cubatita... ¡La tormenta perfecta!
No sé si vendrás...!
Viernes...!
Esperaré, más allá de toda locura y de toda verdad... Viernes...!
J. Alberto Valadez

No sabría explicar bien el porqué, ni el cuánto, ni el cómo. Incapaz de fundamentar las razones de esta devoción irracional. Y no es asunto de palabras, ni de conceptos, ni tan siquiera de términos... Más bien, es algo que debe nacer, digo, en la instintiva necesidad de escapar a la exigencia del resto de los días; en la voluntad ilógica de pretender, de cuando en cuando, un salto en el vacío que, sin llevarnos a parte alguna, nos permita aproximarnos a esa aventura que nunca hemos de vivir a pesar de haberla deseado en tantas ocasiones...!
Es la responsabilidad toda de este dichoso viernes que vuelve a repetirse a sí mismo. Este viernes que da cuerda a nuestras ilusiones, que empuja nuestra rutina con la precisión, con la anarquía y con la ingenuidad de un destino, de un poder ajeno, que parece superior, escrito y predeterminado...!
Viernes... Frío invernal... Febrero... Sensación térmica asesina... Cubatita... ¡La tormenta perfecta!
No sé si vendrás...!
Viernes...!
Esperaré, más allá de toda locura y de toda verdad... Viernes...!
J. Alberto Valadez
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