Tardes a las que uno quisiera retener para siempre...

A veces las tardes se nos presentan con una paz vieja.

Una quietud confiada y un sosiego familiar nos retrotrae a la infancia o a los primeros años de la juventud. Entonces, se queda uno mirando la multiplicidad de las cosas y un ingenuo sentimiento nos hace creer que en verdad existe un orden natural... Que el discurrir agitado tiene su sentido... Que la espera también forma parte del plan...!

Son tardes a las que uno quisiera retener para siempre... Guardarlas como un preciado tesoro... Fijarlas bien fuertes... Respirarlas profundamente... Admirarlas respetando las distancias... Vivirlas sin hacerle jamás una pregunta...!

Sólo muy de vez en cuando... La tarde se nos presenta con una paz vieja...Una paz perfecta... Una paz reconocible... Una paz necesitada... Una sencilla paz... Una paz eterna...!

Vaya... Otra vez perdí la oportunidad de hablarles de esa Revolución que tenemos pendiente y tal...!

[Img #7408] J. Alberto Valadez