Cartas desde Punta del Hidalgo
Agitamos nuestras manos y ellas hablan por nosotros...
No somos más que nuestras propias razones peor o mejor enunciadas...
Y las razones, las más de las veces, sólo somos capaces de explicarlas con acierto al agitar las manos de forma inconsciente... Sí, sí, sí, casi siempre, el movimiento de nuestras propias manos habla por nosotros...
Y lo hace con mayor fundamento y mejor capacidad de convicción de la que nosotros mismos seríamos capaces haciendo uso de las palabras...
Nos acredita ante el mundo el movimiento espontáneo y ajeno de nuestras manos... Nos delata sin remordimiento alguno...!
Una negra nube se expande y sólo permite una ventanita apaisada para que el día se despida ..¡
J. Alberto Valadez
Jueves 7 de noviembre de 2013

No somos más que nuestras propias razones peor o mejor enunciadas...
Y las razones, las más de las veces, sólo somos capaces de explicarlas con acierto al agitar las manos de forma inconsciente... Sí, sí, sí, casi siempre, el movimiento de nuestras propias manos habla por nosotros...
Y lo hace con mayor fundamento y mejor capacidad de convicción de la que nosotros mismos seríamos capaces haciendo uso de las palabras...
Nos acredita ante el mundo el movimiento espontáneo y ajeno de nuestras manos... Nos delata sin remordimiento alguno...!
Una negra nube se expande y sólo permite una ventanita apaisada para que el día se despida ..¡
J. Alberto Valadez
Jueves 7 de noviembre de 2013
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