Cartas desde Punta del Hidalgo
Tempranito con revolcón de la ola primera de la mañana...
Tremendo revolcón me dio la ola esta mañana, muy tempranito, cuando fui a cumplir con el rito cotidiano del obligado chapuzón.
Ante la imposibilidad de nadar, pues estos días la mar anda embravecida, opté por dejarme llevar, sin más, hasta que el balanceo se calmase un poco, sabedor de que me hallaba en un rincón de la costa en el que, si todo transcurre con normalidad, el peligro es muy remoto, no debe creerse que es inexistente...
El caso es que perdí la noción del tiempo... El caso es que permanecí sumergido y a su voluntad...
El caso es que una familiar sensación de ingravidez hizo que me sintiera libre durante el tiempo de forzada esclavitud y buceo...
El caso es que olvidé todo aquello de lo que aún tenía memoria consciente...
El caso es que cuando pude sacar la cabeza del agua, en medio de tanto vaivén, me sorprendí a mi mismo cantando, a voz en grito y desafinado, como si estuviera solo en el mundo... "¡A veceeees lleeegan cartaaaas que te dan la vida, que te dan la calma...!"
¡Qué fácil nos lo ha puesto el PSOE... Demasiado fácil para creerlo...!
J. Alberto Valadez
6 de octubre de 2016

Tremendo revolcón me dio la ola esta mañana, muy tempranito, cuando fui a cumplir con el rito cotidiano del obligado chapuzón.
Ante la imposibilidad de nadar, pues estos días la mar anda embravecida, opté por dejarme llevar, sin más, hasta que el balanceo se calmase un poco, sabedor de que me hallaba en un rincón de la costa en el que, si todo transcurre con normalidad, el peligro es muy remoto, no debe creerse que es inexistente...
El caso es que perdí la noción del tiempo... El caso es que permanecí sumergido y a su voluntad...
El caso es que una familiar sensación de ingravidez hizo que me sintiera libre durante el tiempo de forzada esclavitud y buceo...
El caso es que olvidé todo aquello de lo que aún tenía memoria consciente...
El caso es que cuando pude sacar la cabeza del agua, en medio de tanto vaivén, me sorprendí a mi mismo cantando, a voz en grito y desafinado, como si estuviera solo en el mundo... "¡A veceeees lleeegan cartaaaas que te dan la vida, que te dan la calma...!"
¡Qué fácil nos lo ha puesto el PSOE... Demasiado fácil para creerlo...!
J. Alberto Valadez
6 de octubre de 2016
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