Otro verano incierto y el Camino Final

Hacía tiempo que no caminaba junto a mi sombra y la luna llena lo hizo posible en una madrugada reciente...!

Al despuntar el día el velo misterioso de la noche se diluye y un afán de esperanza crece con las primeras luces... Entonces, entonces todo parece devolver a la normalidad el firme nervio de su cordura y las sombras todas desaparecen...!

Es un ciclo que nos resulta incomprensible las más de las veces; es un camino trillado al que hemos de regresar; es una vuelta a comenzar en la que no suelen faltar motivos para el desánimo, para la agitación, para el cansancio, motivos sobrados para el desaliento...!

Es el final esperado de otro verano incierto en el que nos han vuelto a pegar el cambiazo...!

Somos nosotros mismos agitándonos como locos en la indiferencia programada de un tiempo impaciente y ajeno...!

"Camino Final"...Así se llama el camino viejo que cae hacia el mar por la ladera de una montaña en la que crecen salvajes "tuneras indias"; crecen duros "tabaibales"; se agarran a la vida los resistentes "tarajales"... Camino Final en el que todavía se respira el aroma confiado y agradable del tomillo reseco...!

¡Si supieran ustedes cómo se abre el mar al llegar al borde del acantilado...!
 

"Camino Final"...Es el camino que en La Punta del Hidalgo, como en tantos otros lugares, conduce hasta la puerta, siempre entornada, de un bonito y blanco cementerio...!

J. Alberto Valadés.

24 de agosto de 2014