Ni Gobierno de Canarias ni el Estado
Nadie quiere explicaciones de la suelta de migrantes
    
   
	
    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        
    
    
    Julio Pérez, Portavoz del Gobierno de Canarias espera garantías de que no se repita
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        
        
                
        
         
La situación en Canarias se ha vuelto extraordinariamente singular y misteriosa en la que el Gobierno de Canarias parece que no quiere exigir responsabilidades y por otro lado el Gobierno Central tampoco quieren facilitarlas, de tal manera que unicamente la oposición junto a la opinión pública y los medios de comunicación, mantienen esa petición de información y explicaciones.
 
    Los dos incidentes acaecidos en los que se llevó a cabo una suelta de de centenares de migrantes del muelle de Arguineguín y otra permitiendo viajar a otro grupo similar en ferry desde Las Palmas hasta Tenerife pero que no les dejaron continuar hasta Huelva, son dos hechos de una gravedad notoria máxime cuando han venido precedido de dos meses sosteniendo una acumulación de personas en condiciones infrahumanas que el Estado no ha sabido gestionar ni aplicar soluciones.
 
El Portavoz del Gobierno de Canarias, Julio Pérez se despachó ante la prensa señalando que el interés del Gobierno no está en buscar el reproche sino que al contrario, está verdaderamente interesado en que se garantice que esta situación no volverá producirse.
 
Esta afirmación tan conciliadora que hace el Consejero y Portavoz, es justo el saludo de bienvenida a los ministros Escrivá y Ábalos que vuelven hoy a las islas supuestamente para dar soluciones e imaginamos que para anunciar el cierre del campamento de Arguineguín.
 
En todo caso, la conflictividad y alarma social no ha hecho otra cosa que crecer, y estos incidentes ha dejado en segundo plano la agenda económica de Canarias con los nuevos presupuestos del Estado.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
    
	
    

La situación en Canarias se ha vuelto extraordinariamente singular y misteriosa en la que el Gobierno de Canarias parece que no quiere exigir responsabilidades y por otro lado el Gobierno Central tampoco quieren facilitarlas, de tal manera que unicamente la oposición junto a la opinión pública y los medios de comunicación, mantienen esa petición de información y explicaciones.
Los dos incidentes acaecidos en los que se llevó a cabo una suelta de de centenares de migrantes del muelle de Arguineguín y otra permitiendo viajar a otro grupo similar en ferry desde Las Palmas hasta Tenerife pero que no les dejaron continuar hasta Huelva, son dos hechos de una gravedad notoria máxime cuando han venido precedido de dos meses sosteniendo una acumulación de personas en condiciones infrahumanas que el Estado no ha sabido gestionar ni aplicar soluciones.
El Portavoz del Gobierno de Canarias, Julio Pérez se despachó ante la prensa señalando que el interés del Gobierno no está en buscar el reproche sino que al contrario, está verdaderamente interesado en que se garantice que esta situación no volverá producirse.
Esta afirmación tan conciliadora que hace el Consejero y Portavoz, es justo el saludo de bienvenida a los ministros Escrivá y Ábalos que vuelven hoy a las islas supuestamente para dar soluciones e imaginamos que para anunciar el cierre del campamento de Arguineguín.
En todo caso, la conflictividad y alarma social no ha hecho otra cosa que crecer, y estos incidentes ha dejado en segundo plano la agenda económica de Canarias con los nuevos presupuestos del Estado.







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