Padre Báez
Domingo, 11 de Octubre de 2020
Jóvenes preguntan : ¿Qué es eso del pecado...?
Dice nuestro recién entrado Obispo a la Diócesis, estar o/y tener una “IGLESIA VIVA”. Con todos mis respetos -y creo que sin pesimismo alguno-, seguro que cuando se vaya enterando poco a poco –no que corrija, sino que se dé cuenta-, estamos y tenemos una Diócesis cadavérica, mortecina, moribunda... Veamos, si no (viva en sus Agentes -no lo dudo-, pero no en esa situación en cuanto a feligresía o/y diocesanos: Ya son demasiados los que pasan de bautizar a sus hijos; en las parroquias casi ya no hay confirmaciones; las Primeras Comuniones en el 99 % de los casos son “las últimas comuniones (los padres de estos pocos que las hacen, al confesarse -para acompañar a sus hijos- la última vez que se confesaron fue cuando ellos mismos hicieron a los 7/8 años –ahora sobre los 40- sus Primeras Comunión)”; la gente ya no se confiesan; tampoco se casan ya por la Iglesia (viven en parejas, juntos, casados por lo civil y excepcionalmente, alguno de tarde en tarde por la Iglesia, pero sin fe sino por tradición, fotos, familia, etc.); ya a algunos difuntos sin Misa ni funeral; a un joven es raro verlo en un templo (y si van por el funeral de su abuela, sentados en el primer banco con la familia –tanto él como ella- permanecen sentados toda la Misa, no se santiguan y ni responden a nada, por descontado no comulgan); y así pudiera seguir poniendo ejemplos. Claro que se ven templos con alguna asistencia, pero ya solo con mayoría de personas ancianas, y cada vez menos. ¿Es esto una Iglesia o/y Diócesis viva? Pienso que para revitalizar nuestra Iglesia hace falta un Plan serio, urgente y eficaz de una amplia evangelización, catequesis, búsqueda, invitación, visitas, diálogo, testimonio, cercanía, cambio de actitud, servicio, actualización, usar los Medios, no seguir con rebajas, no conformarnos con lo que tenemos -cuatro personas-, cuando tenemos a miles y miles en la indiferencia, yéndose a sectas, pasando de nosotros, abandonando costumbres y tradición, etc., etc. Y es que tenemos un constante ataque desde distintos frentes (Medios, Política, enemigos, contrarios, etc.), a los que no se les hacen frente, sino que replegados, andamos viéndolas venir, y esto va de mal a peor. Nos estamos quedando en pequeños y reducidos grupos, y como que nos conformamos con ello, cuando es para actuar a la desesperada, con amor y pasión, de lo contrario nos quedamos solos y a menos. El nuevo Obispo ha de encarar una pastoral que nos lleve a un cambio total en la pastoral y conseguir revitalizar la fe (para que nuestra Iglesia viva y esté viva).
El Padre Báez, Pbro.
------------------------------------------------------
Post data: Hace unos días hablando con un universitario joven, en la conversación dije “... eso es pecado...”, a lo que –interrumpiéndome- me pregunta: “Padre, ¿qué es eso de “pecado”?

Dice nuestro recién entrado Obispo a la Diócesis, estar o/y tener una “IGLESIA VIVA”. Con todos mis respetos -y creo que sin pesimismo alguno-, seguro que cuando se vaya enterando poco a poco –no que corrija, sino que se dé cuenta-, estamos y tenemos una Diócesis cadavérica, mortecina, moribunda... Veamos, si no (viva en sus Agentes -no lo dudo-, pero no en esa situación en cuanto a feligresía o/y diocesanos: Ya son demasiados los que pasan de bautizar a sus hijos; en las parroquias casi ya no hay confirmaciones; las Primeras Comuniones en el 99 % de los casos son “las últimas comuniones (los padres de estos pocos que las hacen, al confesarse -para acompañar a sus hijos- la última vez que se confesaron fue cuando ellos mismos hicieron a los 7/8 años –ahora sobre los 40- sus Primeras Comunión)”; la gente ya no se confiesan; tampoco se casan ya por la Iglesia (viven en parejas, juntos, casados por lo civil y excepcionalmente, alguno de tarde en tarde por la Iglesia, pero sin fe sino por tradición, fotos, familia, etc.); ya a algunos difuntos sin Misa ni funeral; a un joven es raro verlo en un templo (y si van por el funeral de su abuela, sentados en el primer banco con la familia –tanto él como ella- permanecen sentados toda la Misa, no se santiguan y ni responden a nada, por descontado no comulgan); y así pudiera seguir poniendo ejemplos. Claro que se ven templos con alguna asistencia, pero ya solo con mayoría de personas ancianas, y cada vez menos. ¿Es esto una Iglesia o/y Diócesis viva? Pienso que para revitalizar nuestra Iglesia hace falta un Plan serio, urgente y eficaz de una amplia evangelización, catequesis, búsqueda, invitación, visitas, diálogo, testimonio, cercanía, cambio de actitud, servicio, actualización, usar los Medios, no seguir con rebajas, no conformarnos con lo que tenemos -cuatro personas-, cuando tenemos a miles y miles en la indiferencia, yéndose a sectas, pasando de nosotros, abandonando costumbres y tradición, etc., etc. Y es que tenemos un constante ataque desde distintos frentes (Medios, Política, enemigos, contrarios, etc.), a los que no se les hacen frente, sino que replegados, andamos viéndolas venir, y esto va de mal a peor. Nos estamos quedando en pequeños y reducidos grupos, y como que nos conformamos con ello, cuando es para actuar a la desesperada, con amor y pasión, de lo contrario nos quedamos solos y a menos. El nuevo Obispo ha de encarar una pastoral que nos lleve a un cambio total en la pastoral y conseguir revitalizar la fe (para que nuestra Iglesia viva y esté viva).
El Padre Báez, Pbro.
------------------------------------------------------
Post data: Hace unos días hablando con un universitario joven, en la conversación dije “... eso es pecado...”, a lo que –interrumpiéndome- me pregunta: “Padre, ¿qué es eso de “pecado”?
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122