Caminando sin remedio hacia un oxímoron

    Pues estamos aviados, que lejos del sentido más común de “estar jodidos” significa, siempre según los sabios dictados de nuestros académicos cómodamente arrellanados en sus butacones, “acción de tomar impulso en una dirección determinada”.

    No se si lo sabían a estas alturas del asunto pero estamos en la fase 0 de la “desescalada”. A uno, debe ser por las horas de espeso confinamiento acumuladas, le da por pensar boberías, fíjate tú. A lo mejor no estamos en ninguna desescalada, concepto que acaba en un lugar extraño como ya veremos; donde estamos, a estas alturas es bailando la yenka, en una vertiginosa escalada, en palabras de una querida amiga que se quema las pestañas peleando por todos desde el sentido común, al ritmo que hace tiempo se ha convertido en inquietante y que marca la afamada banda “ Los Pedrosanchez's Big band'.

    Pues bien, sepan ustedes que no estamos en ninguna parte porque ni desescalamiento ni desconfinamiento son palabras que estén en el diccionario de la RAE, sí, donde se arrellanan los señores académicos de más arriba.

     Decía el gran maestro Groucho Marx: “partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria”. Si acaso estamos en algún punto es subiendo, o quizás aún ni eso, la pendiente oscura y negra que nos llevará a las más altas cotas de la miseria que nuestra generación haya visto, en la que nos ha sumido un puñetero virus pero no solo a él hay que atribuirle el mérito, ahí es donde estamos.

    Si mezclamos un virus letal en las dosis que a cada cual le parezca con desconcierto, improvisación, desvergüenza, deslealtad, soberbia, desconocimiento y las gotas del amargo acíbar de nuestra realidad, la vida en blanco y negro de los últimos tiempos amenaza con quedarse.

    Por tener mala suerte hasta nos ha tocado sufrir a una serie de ineptos a los que confiadamente les dimos nuestros votos que ante el mayúsculo desastre al que nos enfrentamos, sin necesidad de inventarse palabras nuevas , han sido incapaces de ponerse de acuerdo para trazar un plan común que nos sirva a todos.

    Unos desde el gobierno y otros desde la oposición no se merecen a estas alturas mi respeto, confianza ni consideración porque si unos se han inventado las palabras con las que pretenden definir nuestras vidas cada día de esta subida al monte de los olivos, otros sólo se han dedicado con gesto serio y corbatas negras ,que no se si con eso arreglarán algo, a eso a ponerse corbatas negras; como si el dolor igual que la bandera les perteneciera solo a ellos. A estas alturas del partido diabólico que nos está tocando vivir, vuelvo a citar a Groucho Marx: “la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.»

    No sé si les ha quedado claro. Al menos nos queda la “Nueva realidad” que a estas alturas se configura como un oxímoron aterrador porque nos conducen como un rebaño de cualquier película de ciencia ficción, hacia una realidad que no es nueva. Es la de siempre pero peor, mucho peor.

    Por favor que nadie más vuelva a insultar la inteligencia de este pueblo porque tanto dolor no merece está desvergüenza. Decía Manuel Azaña: “ la libertad no hace ni más menos felices a los hombres; los hace simplemente hombres”.

Las Palmas de Gran Canaria, 1 de Mayo de 2020