Nuestra Salvación salutífera y económica será lo local
Ya no canta el martillo; el campo está en silencio; nadie ya suda la camisa; ya la vida no es dura por el trabajo, sino por el paro y el hambre; el hombre grancanario dejó ya de crear, por culpa del cabildo que lo tiene parado y dependiendo totalmente del exterior.
El sector primario está muerto (el cabildo lo ha matado); el que quiera verlo suba a la cumbre para que lo vea, solo encontrará pinos; ahora el grancanario, solo duerme; las cumbres ahora son sagradas, santas, no se las pueden tocar (te multan si te ven con una cabra [el cabildo las mata], o plantando un saco de papas); también han retirado a Dios de la isla; y nadie se levanta, ¡ni hay justicia!; el fútbol y los carnavales nos ciegan; ¡si al menos miráramos al Cielo!.
Somos esclavos dependientes de Cáritas, a ella enganchados (¡y cerdos atacan a la Iglesia!); ya de los del poder –cabildicio, gubernamental, local, etc.-, no se espera nada; estamos hartos (saciados) de hambre; y nuestra tierra sin poderla cultivar (lo tienen prohibido); tampoco nos dejan tener ganados (de cabras, ovejas, cochinos, etc.); y nadie se levanta (bis).
Datos reales nuestros: más de 600.000 excluidos socialmente, más de 300.000 pobres severos, vamos en cabeza en toda España en paro y en miserias; nos han tendido la trampa, y hemos caído en ella; ¿quién nos auxilia?, ¡nadie!; hay gente que tiembla, y no solo de frío (que también); estamos rodeados de pinos (bis), en lugar de olivos; ya hay miedo, a los robos.
Los yugos están de adorno (no en los cuernos de vacas arando); cuatro semanas de adviento, estamos en la primera, después viene la Navidad, pues más de un mes antes –sin fe- la estamos celebrando (las áreas comerciales que utilizan la religión para explotarnos); han cambiado nuestra suerte (éramos “las islas afortunadas”); se perdió ya la alegría; no se siembra nada; menos se cosecha (absolutamente nada); ¿una gavilla?, ¿eso qué es?; los albañiles en paro, las casas se deterioran y caen; madrugar, si, ¿para qué?; ya no se suda el pan que se come.
Los políticos, siempre en litigios (todos adversario [ya vemos cómo el Psoe y el PP, no forman gobierno]); las mujeres así, ¿cómo pueden ser fecundas?; en lugar de hijos, tenemos perros; bendecir la mesa, ¿eso qué es?; prosperidad, sí, para los que gobiernan importándolo todo...
El Padre Báez, Pbro. 13-04-20
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PD 1.- (218) Algunas notas sobre los números 212 año 1217: Tomás de Aquino, de la Orden de Predicadores, Doctor Angélico, su obra es fundamental –como acabamos de comprobar- para la filosofía y teología, compendia la doctrina católica con su Summa theologiae, entre otras muchas obras, pero volvamos a María, y digamos a tal fin, que el “Jesús”, con el que concluye la primera parte del Ave María, no fue cosa del ángel, ni es bíblico, sino un añadido que le hizo el Papa Urbano IV, añadiéndolo al “bendito es el fruto de tu vientre”. Y, por otra parte, redundando en el mismo Ave María decir, que el: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”, fue añadido por el también Papa San Pío V, a mediados del siglo XVI, digno este santo pontífice de ser recordado, por su aporte a tan bella oración; perfecta síntesis según acabamos de ver por el Doctor indicado del siglo XIII. Lástima, pues, no acudir a tantos escritos y dichos –entre otros- sobre nuestra Madre, que es lo que nos ocupa en estos números y pobres comentarios de un servidor, que no van más allá de hasta donde uno pobremente alcanza, pero sabedor de grandes hombres que pensaron, amaron y escribieron sobre María, seguiremos rastreando sus huellas…
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PD 2.- Es urgente recuperemos el sector primario y así no tengamos dependencia del mundo para mal alimentarnos. La salud y la economía actual en la isla e islas, nos lleva a mirar a nuestra propia tierra vacía de cultivo que nos sostenga. Ya está bien depender de fuera y no de dentro, de lo local, y que podamos alimentarnos de lo propio, lo cual cambiaría hasta nuestra propia economía en las horas más bajas de la Historia.
Hay que cambiar y salir de esta pobreza creciente. Tenemos que potenciar la propia economía y no seguir dependiendo de fuera que nos excluye y elimina. Lo local o propio es la salvación salutífera y económica. Volvamos a lo local, a lo rural, a lo propio. Hay que romper esta trayectoria equivocada de que haya desaparecido nuestra cultura (la agri-cultura, lo es). Tenemos que salir de la globalización que nos destruye y desaparece. En la línea de desaparición de lo nuestro han aparecido las enfermedades. Hay que volver y regresar al campo, que se vacía y salir del cemento y alquitrán de grandes masas humanas en ciudades. Hay que volver al campo, ya sin la continuidad, sin los ancianos, sin la sabiduría tradicional. Tenemos que volver al huerto. Hay que cambiar. No podemos seguir engordando economías globales, de fuera. Hay que invertir en lo local. Los políticos tienen que implicarse en este cambio imprescindible, pues no podemos seguir como estamos. Priorizar el sector primario: revalorizando la agricultura y ganadería propia. Volver a lo auto-sostenible. ¡Ojalá el coronavirus nos lleve a este cambio! Que sea sostenible nuestra vida... El Padre Báez, Pbro.

Ya no canta el martillo; el campo está en silencio; nadie ya suda la camisa; ya la vida no es dura por el trabajo, sino por el paro y el hambre; el hombre grancanario dejó ya de crear, por culpa del cabildo que lo tiene parado y dependiendo totalmente del exterior.
El sector primario está muerto (el cabildo lo ha matado); el que quiera verlo suba a la cumbre para que lo vea, solo encontrará pinos; ahora el grancanario, solo duerme; las cumbres ahora son sagradas, santas, no se las pueden tocar (te multan si te ven con una cabra [el cabildo las mata], o plantando un saco de papas); también han retirado a Dios de la isla; y nadie se levanta, ¡ni hay justicia!; el fútbol y los carnavales nos ciegan; ¡si al menos miráramos al Cielo!.
Somos esclavos dependientes de Cáritas, a ella enganchados (¡y cerdos atacan a la Iglesia!); ya de los del poder –cabildicio, gubernamental, local, etc.-, no se espera nada; estamos hartos (saciados) de hambre; y nuestra tierra sin poderla cultivar (lo tienen prohibido); tampoco nos dejan tener ganados (de cabras, ovejas, cochinos, etc.); y nadie se levanta (bis).
Datos reales nuestros: más de 600.000 excluidos socialmente, más de 300.000 pobres severos, vamos en cabeza en toda España en paro y en miserias; nos han tendido la trampa, y hemos caído en ella; ¿quién nos auxilia?, ¡nadie!; hay gente que tiembla, y no solo de frío (que también); estamos rodeados de pinos (bis), en lugar de olivos; ya hay miedo, a los robos.
Los yugos están de adorno (no en los cuernos de vacas arando); cuatro semanas de adviento, estamos en la primera, después viene la Navidad, pues más de un mes antes –sin fe- la estamos celebrando (las áreas comerciales que utilizan la religión para explotarnos); han cambiado nuestra suerte (éramos “las islas afortunadas”); se perdió ya la alegría; no se siembra nada; menos se cosecha (absolutamente nada); ¿una gavilla?, ¿eso qué es?; los albañiles en paro, las casas se deterioran y caen; madrugar, si, ¿para qué?; ya no se suda el pan que se come.
Los políticos, siempre en litigios (todos adversario [ya vemos cómo el Psoe y el PP, no forman gobierno]); las mujeres así, ¿cómo pueden ser fecundas?; en lugar de hijos, tenemos perros; bendecir la mesa, ¿eso qué es?; prosperidad, sí, para los que gobiernan importándolo todo...
El Padre Báez, Pbro. 13-04-20
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PD 1.- (218) Algunas notas sobre los números 212 año 1217: Tomás de Aquino, de la Orden de Predicadores, Doctor Angélico, su obra es fundamental –como acabamos de comprobar- para la filosofía y teología, compendia la doctrina católica con su Summa theologiae, entre otras muchas obras, pero volvamos a María, y digamos a tal fin, que el “Jesús”, con el que concluye la primera parte del Ave María, no fue cosa del ángel, ni es bíblico, sino un añadido que le hizo el Papa Urbano IV, añadiéndolo al “bendito es el fruto de tu vientre”. Y, por otra parte, redundando en el mismo Ave María decir, que el: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”, fue añadido por el también Papa San Pío V, a mediados del siglo XVI, digno este santo pontífice de ser recordado, por su aporte a tan bella oración; perfecta síntesis según acabamos de ver por el Doctor indicado del siglo XIII. Lástima, pues, no acudir a tantos escritos y dichos –entre otros- sobre nuestra Madre, que es lo que nos ocupa en estos números y pobres comentarios de un servidor, que no van más allá de hasta donde uno pobremente alcanza, pero sabedor de grandes hombres que pensaron, amaron y escribieron sobre María, seguiremos rastreando sus huellas…
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PD 2.- Es urgente recuperemos el sector primario y así no tengamos dependencia del mundo para mal alimentarnos. La salud y la economía actual en la isla e islas, nos lleva a mirar a nuestra propia tierra vacía de cultivo que nos sostenga. Ya está bien depender de fuera y no de dentro, de lo local, y que podamos alimentarnos de lo propio, lo cual cambiaría hasta nuestra propia economía en las horas más bajas de la Historia.
Hay que cambiar y salir de esta pobreza creciente. Tenemos que potenciar la propia economía y no seguir dependiendo de fuera que nos excluye y elimina. Lo local o propio es la salvación salutífera y económica. Volvamos a lo local, a lo rural, a lo propio. Hay que romper esta trayectoria equivocada de que haya desaparecido nuestra cultura (la agri-cultura, lo es). Tenemos que salir de la globalización que nos destruye y desaparece. En la línea de desaparición de lo nuestro han aparecido las enfermedades. Hay que volver y regresar al campo, que se vacía y salir del cemento y alquitrán de grandes masas humanas en ciudades. Hay que volver al campo, ya sin la continuidad, sin los ancianos, sin la sabiduría tradicional. Tenemos que volver al huerto. Hay que cambiar. No podemos seguir engordando economías globales, de fuera. Hay que invertir en lo local. Los políticos tienen que implicarse en este cambio imprescindible, pues no podemos seguir como estamos. Priorizar el sector primario: revalorizando la agricultura y ganadería propia. Volver a lo auto-sostenible. ¡Ojalá el coronavirus nos lleve a este cambio! Que sea sostenible nuestra vida... El Padre Báez, Pbro.
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