Ellos piden la cabeza del Rey y yo pido las suyas

Carlos La Chica muy enfadado.

19 de marzo a las 21:12 ·

Desde que el pasado 9 de marzo nuestro glorioso gobierno tuviera a bien comenzar a tomarse algo más en serio la pandemia que nos azota, obviamente después de dar rienda suelta a los sacrosantos fastos del 8 de marzo como si tal cosa, se nos ha pedido por activa y por pasiva no criticar a D. Pedro Sánchez y a su ejecutivo, en aras de no romper la aconsejable unidad que debiera presidir estos duros tiempos de zozobra.

    El pedimento tenía su lógica y como tal, no sin arduo esfuerzo, he accedido a ello como supongo han hecho otros tantos millones de españolitos, tragando saliva a dos carrillos por aquello de contribuir al bien común.

     Sin embargo, anoche, la izquierda mentirosa, aprovechadora y ruin, rompió la tregua que casi nos había impuesto por decreto ley, y atacó sin ambages y sin mayores contemplaciones a la figura del Jefe del Estado, SM el Rey D. Felipe VI, organizando primero a través de los medios de comunicación afines (esto es, la inmensa mayoría) y redes sociales, y aplaudiendo después, la “cacerolada” que algunos miles de borregos protagonizaron desde las ventanas y balcones de sus domicilios.

    Y sí, han leído bien, “borregos”, como más adelante aclararé el porqué de tal adjetivo, y en cualquier caso en uso de mi libertad de expresión, a la cual creo que también tengo derecho como cualquier hijo de vecino. Visto además el uso que hacen los “progresistas” de este país de la suya, no creo que tampoco nadie debiera rasgarse las vestiduras por la utilización de este término, que en comparación a los habitualmente empleados por aquellos se me antoja suave y hasta cariñoso.

     En orden a estructurar estas letras y no convertirlas en un batiburrillo de desordenadas ideas, conviene aclararles desde ya a algunos antes de continuar avanzando, que el mensaje del Monarca a la nación se llevó a cabo anoche por que el ejecutivo insistió en la idea de que había que proyectar todo el protagonismo sobre el presidente del gobierno y su gabinete de crisis, y por tanto interesaba retrasar las palabras de nuestro Rey para no eclipsar al bueno de Sánchez Castejón, “sugerencia” que tuvo que envainarse la Casa Real, habida cuenta de que las facultades y poderes de nuestro Jefe de Estado son bastante limitadas, como cualquier persona mínimamente formada debiera saber. Salgo así al paso de algunos comentarios que se han hecho, con profundo desconocimiento o con muy mala leche, en el sentido de que el comunicado de SM a los españoles llegaba “demasiado tarde” …, sencillamente llegó cuando D. Pedro Sánchez quiso y/o permitió que llegara.

      Sentado lo precedente, el vicepresidente Iglesias compareció también anoche en TV, saltándose a la torera una vez más su cuarentena, básicamente para picarles el ojo a los “borregos” que habían seguido al pie de la letra sus consignas y alentarlos a continuar con más protestas que ya están ideadas. El gesto en si no tendría mayor importancia si detrás del mismo y de lo que inmediatamente después comenzó a leerse en redes sociales vomitado por sus lacayos y por la cohorte de periodistas paniaguados de este régimen infame, no se escondiera un verdadero y planificado ataque a la línea de flotación de la Corona, en pocas palabras, el pistoletazo de salida a la demolición por la bravas de la monarquía constitucional española.

      Lógicamente entiendo que cualquier republicano abogue por la desaparición de la monarquía y la instauración de la república. Para ello hay unos cauces legales; que obtengan las mayorías absolutas necesarias y promuevan las oportunas reformas constitucionales. Pero lo que no tolero ni consiento es que tal cosa se haga aprovechando la terrible situación sanitaria y económica que vivimos actualmente. Es más, me parece que prevalerse de estos momentos de fuerte vulnerabilidad social es abiertamente despreciable, muy a la altura de quienes están detrás de toda esta maniobra.

      Afirman estos personajes que no solo el Rey compareció tarde (ya he explicado por qué sucedió tal cosa), sino que su mensaje estaba “vacío de contenido” (ya me dirán ustedes la profundidad del “contenido” de los mensajes de las comparecencias anteriores del presidente Sánchez), mezclándolo todo con la polémica que ha desatado la reciente decisión de D. Felipe de repudiar la herencia de su padre y retirarle la asignación económica con cargo a los presupuestos generales del Estado, tras conocerse la investigación abierta en Suiza sobre determinadas cuentas del monarca emérito que parecen no estar muy claras.

     Sobre esto último, no seré yo el que defienda a D. Juan Carlos si ha existido algún comportamiento reprochable por su parte y así se demuestra, pero desde luego la rapidez y ejemplaridad con la que ha actuado su hijo ya la quisiéramos para otros casos, estos si abierta e indubitadamente delictivos, protagonizados por diversos prebostes de la política española y en los que no se ha hecho absolutamente NADA; si no es así, díganme que ha hecho Sánchez Castejón con los gerifaltes del socialismo andaluz del caso de los ERE; o lo que se ha hecho con los PUJOL en Cataluña; o con buena parte de la cúpula sindical delincuente y corrupta de UGT o de CCOO….., pues eso: NADA, y estamos hablando de miles de millones de euros.

    ¿Tiene entonces alguna lógica pedir la cabeza del Rey por actuar como se debe? Para mi NINGUNA, lo que no me explico es porqué no ha habido caceroladas y aun demostraciones más contundentes contra lo que NO SE HA HECHO en los casos anteriormente nombrados, y esto me da pie para enlazar con la explicación que les prometí al comienzo.

      El borrego es un mamífero caracterizado por su docilidad y por ser fácilmente conducido por el pastor, con independencia de que el destino final que aguarda al simpático animalito sea catastrófico. Y este término es muy acertado para la mayoría de los que salieron anoche cacerola en mano a darnos el concierto ordenado por sus “pastores”.

     No me interpreten mal, no es un insulto: es una mera descripción gráfica. De hecho, los tildo de borregos porque al igual que este lanudo rumiante se limitaron a seguir las instrucciones del pastor sin mayor mala fe, y desde luego sin tener ni puñetera idea de a qué matadero van a ser finalmente conducidos.

    Últimamente este país se me antoja un inmenso prado de borregos, pues de otra forma soy incapaz de encontrar una respuesta lógica a porqué se aúpan al poder políticos demostradamente mentirosos y trileros, gente sin escrúpulos que son capaces de lo que sea por ostentar al poder y a los que los intereses de la ciudadanía poco o nada importan.

     Es como si se hubiera practicado una lobotomía colectiva y la ciudadanía actuara al ritmo de los impulsos que un grupito de dirigentes les transmite a través de mensajes en redes sociales o en medios de comunicación vendidos a la causa; y es que luego te paras a hablar con el personal, y más allá de repetir los mantras que les incrustan entre ceja y ceja, son incapaces de desarrollar o argumentar la idea, y desde luego están absolutamente indocumentados (en este punto además, creo que coinciden con sus “pastores”).

      Abierta pues la veda por D. Pablo Iglesias, con la bendición de D. Pedro Sánchez; rota la tregua de la forma tan artera antes descrita, solo me resta hacer un llamamiento a toda la ciudadanía para que dejen de pastar en los prados del Señor y una vez que salgamos de esta (que estoy convencido que saldremos), pedir responsabilidades políticas y penales para esta caterva de indocumentados que nos desgobierna y a los que señalo como directamente responsables de buena parte de las víctimas y de la ruina que estamos sufriendo y vamos a sufrir.

    Ellos piden la cabeza de mi Rey y yo pido las suyas, es así de sencillo. Ya está bien de aguantar y de ser comedidos; el fuego se ataca con fuego y yo en estos momentos estoy que ardo.

     Como siempre muchas gracias y al que no le guste mi opinión, pues que no me siga, que yo tampoco sigo a los que no me gustan a mí (es cuestión de salubridad mental).

Fuente: Carlos Lachica Pareja. Abogado. Facebook