La profesionalidad de Brichis víctima del cese femínista

Vaya en primer lugar las felicitaciones a Carmen Delia Martin Mederos por su nombramiento como Jefa de la Polícia Local de Las Palmas. Está cualificada, cuenta con una experiencia notable en todos los departamentos en que ha estado al servicio de la seguridad de esta capital grancanaria.

Resulta dificil añadir algún pero.....y es justo, reconocer que hay algún pero....y ese reparo, tiene nombre y apellidos; hablo de Carlos Saavedra Brichis, el anterior Jefe de la Policía Local, que vuelve a la situación de comisario principal.

Recuerdo que este hombre, Brichis, sabe lo que es en los ultimos 20 años sufrir algun tipo de discriminación o desplazamiento injusto frente a decisiones de los responsables políticos, que bien por capricho o simple arbitrariedad, decidieron catapultar a otros a los puestos directivos de la Policía Local.

Saavedra Brichis, ya sufríó este tipo de situaciones, a pesar de lo cual siguió gozando del reconocimiento de la mayoría de los policias locales de esta isla. Ha luchado y perseverado en su quehacer profesional y siempre ha brillado por su capacidad y sus méritos.

Sin embargo, de nuevo es relegado. Esta vez, en peores circunstancias, porque nadie quiere parecer que es un machista o que se posiciona en contra de las mujeres como jefes máximos. Hoy, la opinión pública y los políticos están comprometidos en satisfacer esa exigencia de igualdad y acceso de las mujeres a los puestos directivos.

 Así nos encontramos, que un Jefe de la Polícia Local es relegado y sustituido, no por demeritos o falta de capacidad, sino victima de un cese feminista.

Dice la máxima latina de Tulio Cicerón "O tempora, o mores" (Qué tiempos, Qué Costumbres) y nunca mejor dicho, amigo Saavedra Brichis, eres victima de las costumbres de este tiempo, hay que ceder el paso a las mujeres.

Dicho todo esto, sin ánimo de molestar ni menoscabar a la nueva Jefa, me veo en la obligación de compartir publicamente esta opinión porque, nadie dentro del colectivo, parece que se atreve a decirlo.