Alzaré siempre mi voz, en la defensa del agro grancanario

Alzaré siempre mi voz, a favor y en defensa del agro grancanario, y ello, hasta que no vea manos en los surcos y los pies en los sembrados; gritaré el paro y el hambre de mi pueblo; seré tenaz pregonero y sin miedo; en ello, dejaré mi vida, siguiendo al Maestro; rugiré cual león (mi signo del zodiaco); no dejaré de examinar lo que hacen los que nos gobiernan, especialmente al cabildo, ya que no lo hace con rectitud; no, no me apartaré de este camino emprendido ya hace más de cuarenta años; seguiré –repito- mientas viva; y conste, lo hago sin malicia, sino desde la verdad; y es, que me duele mi pueblo; me duele la isla.