Redacción
Sábado, 15 de Agosto de 2020
Auri Saavedra por la muerte del podenco Timple
Una Ley contra Monstruos de Crueldad y Maltrato animal
Movilizaciones por la crueldad que sufrió el podenco Timple
La Concejal teldense pide menos voladores y mas leyes de respeto del Siglos XXI
La Concejal de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Telde, la nacionalista Auri Saavedra, ha hecho pública su opinión sobre el suceso de crueldad animal que sufrió el podenco Timple, y sobretodo las condenas irrisorias por un acto tan repugnante que generó un amplio reproche social.
Primero, agradecer la invitación para poner voz a tantas personas que luchan por defender a los Sin Voz, es para mi un honor.
Permítanme concentrarme en la lectura, porque no soy de discursos aprendidos, ni políticas rancias, vacías de ejemplo de vida y cargadas de mentiras y aún pensar en Timple, me AHOGA.
Yo no he sido convocada sólo para presentar el caso de un perro callejero al que han matado, previamente amordazado y atado para que no pudiera defenderse, eso ya lo saben.
Timple era un bello podenco canario, pero hubiera podido ser un supuesto perro peligroso catalán o un gato mallorquín, hasta una cabra de Güi Güi o un burro majorero.
Eso da igual, porque todos han sido tratados de forma cruel y nadie ha pagado por ello.
Yo vengo a hablarles del abandono y por tanto, maltrato normalizado y sistemático que sufrimos, de la precariedad en los recursos que se destinan desde las administraciones públicas con competencias propias; dejando la responsabilidad en el voluntariado que dada la carga de trabajo que soportan, no pueden salir de la asistencialidad y así nunca lograr el Bienestar Animal que se precisa.
Ordenanzas municipales obsoletas.
Ley autonómica desfasada y ambigua que permite cadenas y zulos de donde posiblemente huyó Timple.
Perreras masificadas como centros de concentración donde mueren por peleas, enfermedades o por eutanasia consentida por falta de políticas preventivas de esterilización e identificación, educativas y sancionadoras.
En muchos ayuntamientos, la única protección animal, está en el nombre, pues no hay relación de puestos de trabajo o partida presupuestaria; los protocolos sólo, para ver, en qué lugar va sentado el alcalde.
Aquí fallamos, si no dotamos de Centros de Bienestar Animal y programas de prevención a las corporaciones locales y ello pasa, por voluntad política.
Menos voladores o fuegos artificiales y más políticas del S. XXI de respeto.
La prometida Ley de Bienestar Animal es una necesidad, pero acompañada de recursos económicos y humanos o será papel mojado, insuficiente y otra burla como la sentencia de Timple.
Aún estoy entre el estupor y la incredulidad, no me creo estar debatiendo cuestiones tan obvias en 2020. ¿Tanto daño nos ha hecho la dictadura? No lo creo, una vez más ¡falta de voluntad politica!
La irrisoria condena de 4 meses por acorralar, atar las cuatro extremidades a un animal sin posibilidades de huída, amordazar el hocico doblemente y al sol, ¿No son agravantes suficientes?, ¿Grabarlo mientras agoniza y muere no es suficiente para ir a la cárcel?...
Romper la paz social, sentirnos desprotegidos por el poder judicial, es muy peligroso en tiempos de crisis, cuando los ánimos estén tan crispados.
El alto contenido en sadismo y crueldad hacia cualquier ser, debería ser motivo suficiente para apartar a los monstruos y no genere la idea de IMPUNIDAD a los bárbaros, porque, aunque me ha llevado un tiempo entenderlo, el mal existe y no tiene excusas.
No pudimos proteger a Timple, fallamos antes, durante y después pero no buscamos venganza, sino justicia, no nos metan en el mismo saco a todos, no desvíen la atención.
Estamos equilibradas y centrados y a través de las herramientas democráticas existentes, deseamos avanzar en sociedad.
Porque estamos hartos de crueldad, de maltrato y a la violencia, sea cual sea su forma: ¡Tolerancia cero!
En Canarias, queremos ver hechos y no promesas, con una nueva Ley de Protección y Bienestar Animal y en toda España, queremos reforma del Código Penal, desde la prevención, la educación pero sin MONSTRUOS.
Por todos los Timples, para que sólo suene el canto y no el llanto desesperado de tantos seres sintientes que siguen sufriendo en España.
Auri Saavedra.
Concejala de Bienestar y Protección Animal del Ayuntamiento de Telde.
Presidenta de AuriCan
Trabajadora Social Animal.
Fuente: Facebook de Auri Saavedra (texto e imágen)

![[Img #4803]](http://vergrancanaria.com/upload/images/08_2020/9597_auri-saavedra.jpg)
Primero, agradecer la invitación para poner voz a tantas personas que luchan por defender a los Sin Voz, es para mi un honor.
Permítanme concentrarme en la lectura, porque no soy de discursos aprendidos, ni políticas rancias, vacías de ejemplo de vida y cargadas de mentiras y aún pensar en Timple, me AHOGA.
Yo no he sido convocada sólo para presentar el caso de un perro callejero al que han matado, previamente amordazado y atado para que no pudiera defenderse, eso ya lo saben.
Timple era un bello podenco canario, pero hubiera podido ser un supuesto perro peligroso catalán o un gato mallorquín, hasta una cabra de Güi Güi o un burro majorero.
Eso da igual, porque todos han sido tratados de forma cruel y nadie ha pagado por ello.
Yo vengo a hablarles del abandono y por tanto, maltrato normalizado y sistemático que sufrimos, de la precariedad en los recursos que se destinan desde las administraciones públicas con competencias propias; dejando la responsabilidad en el voluntariado que dada la carga de trabajo que soportan, no pueden salir de la asistencialidad y así nunca lograr el Bienestar Animal que se precisa.
Ordenanzas municipales obsoletas.
Ley autonómica desfasada y ambigua que permite cadenas y zulos de donde posiblemente huyó Timple.
Perreras masificadas como centros de concentración donde mueren por peleas, enfermedades o por eutanasia consentida por falta de políticas preventivas de esterilización e identificación, educativas y sancionadoras.
En muchos ayuntamientos, la única protección animal, está en el nombre, pues no hay relación de puestos de trabajo o partida presupuestaria; los protocolos sólo, para ver, en qué lugar va sentado el alcalde.
Aquí fallamos, si no dotamos de Centros de Bienestar Animal y programas de prevención a las corporaciones locales y ello pasa, por voluntad política.
Menos voladores o fuegos artificiales y más políticas del S. XXI de respeto.
La prometida Ley de Bienestar Animal es una necesidad, pero acompañada de recursos económicos y humanos o será papel mojado, insuficiente y otra burla como la sentencia de Timple.
Aún estoy entre el estupor y la incredulidad, no me creo estar debatiendo cuestiones tan obvias en 2020. ¿Tanto daño nos ha hecho la dictadura? No lo creo, una vez más ¡falta de voluntad politica!
La irrisoria condena de 4 meses por acorralar, atar las cuatro extremidades a un animal sin posibilidades de huída, amordazar el hocico doblemente y al sol, ¿No son agravantes suficientes?, ¿Grabarlo mientras agoniza y muere no es suficiente para ir a la cárcel?...
Romper la paz social, sentirnos desprotegidos por el poder judicial, es muy peligroso en tiempos de crisis, cuando los ánimos estén tan crispados.
El alto contenido en sadismo y crueldad hacia cualquier ser, debería ser motivo suficiente para apartar a los monstruos y no genere la idea de IMPUNIDAD a los bárbaros, porque, aunque me ha llevado un tiempo entenderlo, el mal existe y no tiene excusas.
No pudimos proteger a Timple, fallamos antes, durante y después pero no buscamos venganza, sino justicia, no nos metan en el mismo saco a todos, no desvíen la atención.
Estamos equilibradas y centrados y a través de las herramientas democráticas existentes, deseamos avanzar en sociedad.
Porque estamos hartos de crueldad, de maltrato y a la violencia, sea cual sea su forma: ¡Tolerancia cero!
En Canarias, queremos ver hechos y no promesas, con una nueva Ley de Protección y Bienestar Animal y en toda España, queremos reforma del Código Penal, desde la prevención, la educación pero sin MONSTRUOS.
Por todos los Timples, para que sólo suene el canto y no el llanto desesperado de tantos seres sintientes que siguen sufriendo en España.
Auri Saavedra.
Concejala de Bienestar y Protección Animal del Ayuntamiento de Telde.
Presidenta de AuriCan
Trabajadora Social Animal.
Fuente: Facebook de Auri Saavedra (texto e imágen)
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