Sin sector primario propio, ¿qué esperanza nos queda?
Sin sector primario propio, ¿qué esperanza nos queda? Preferimos lo que viene envenenado y con química antes que lo puro y sano nuestro. Pues todo eso que nos traen los contenedores van a acabar con nosotros, antes con nuestra economía, después con nuestra vida (empeorando nuestra salud).
Todo eso importado, poco a poco nos corroe, nos destruye. De nuestro suelo depende nuestra vida (la enriquece y complementa). Nuestro organismo rechaza lo que no es de aquí, de donde somos y estamos (que nos constituye). Hay que cambiar el verde pino, por verdes de distintos cultivos. Y de vez en cuando un olivo, pero no más pinos.
Exijamos a las “autoridades” ejerzan con sensatez el cargo u oficio que les hemos dado. No son de fiar, por más que dicen ayudar (es mentira, y nos engañan). Solo se quedan en palabras bonitas, pero ineficaces.
¡Ya debieran comenzar la tala de los pinos! Hay que arrancarlos de la tierra, de la isla. O moriremos de hambre. ¿Cuánto más tenemos que esperar para ver germinar comida de la tierra? Por otra, estamos viendo cómo también desaparecen los ganados. Los caminos, se llenan de maleza. Se ha abandonado el campo. Donde antes parcelas, ahora desiertos.
Ya no se planta millo ni trigo, ¿de dónde el gofio? Vivimos en la tristeza (¡y eso no es vida!). Sentados a la mesa, ¿qué comemos producido aquí? Deberíamos seguir el ejemplo de los pocos mayores que nos van quedando: saciarnos de lo nuestro. Tenemos ante nuestros ojos: riqueza y pobreza, y nuestros políticos elijen la pobreza...
El Padre Báez, Pbro. 10-04-20
--------------------------------------------------------
PD 1.- (215) … El Señor Hijo, en el seno de María, de ahí nuestra alegría y alabanzas, dada la grandeza de Dios. Y he aquí la diferencia: Dios en María está como Hijo, mientras en el ángel como Señor. María cual templo donde está el Espíritu Santo, pues de él concibió, al venir sobre Ella. De ahí sea cantada María como la que es Trono de la Trinidad. Pues, nada mejor ni más noble se le pudo haber dicho a María, que aquellas de: “El Señor está contigo”. De ahí, y por ello, que el ángel la reverenciara, por ser la madre del Señor, y como consecuencia, Ella es la Señora, ya que, en lengua de los sirios, su nombre (María), quiere decir la “Soberana”. María –repitamos- más que los ángeles, si consideramos además su pureza, ya que no solo fue pura en sí misma. sino que además procuró la pureza de los demás. Es decir: no incurrió en pecado alguno (ni mortal, ni venial), por ello: purísima (no supo de pena por pecados). Por eso, el “Bendita tú entre las mujeres”, viéndose libre de la triple maldición a Eva: concebir corruptamente, con molestias en la gestación y dolor al parirlo, de lo que fue María inmune al concebir sin corrupción, al llevar con gozo su embarazo, y darlo a luz con alegría, pues anunciado proféticamente estaba, el germinar de alborozo y entonando alabanzas…
------------------------------------------------------------------------
PD 2.- Lo de Juan Calderín Suárez, sí que está bien y es bueno. Lean lo que me puso en un correo: “Ahora las cabras están en su hábitat y los asesinos de cabras están escondidos para que no los maten el virus; las cabras ponen a cada uno en su sitio”. Un servidor, no sabe decirlo mejor. Felicidades y gracias amigo Juan; has dado en el clavo, lo tuyo en este asunto es de antología. Te felicito. Pues repito lo dicho por Juan Calderín: Las cabras siguen, donde han estado desde hace más de tres mil años; son las dueñas de ese territorio, justo el que les es propio, ¿y pretende el cabildovirus quitarlas de su mundo para plantar pinos precisamente en/a donde no pueden llegar, y prueba de ello es que les es imposible darles caza y matarlas por no tener acceso a ellas? Por lo pronto, las cabras han puesto a cada uno en su sitio. A ver cuánto duran... El Padre Báez, Pbro.

Sin sector primario propio, ¿qué esperanza nos queda? Preferimos lo que viene envenenado y con química antes que lo puro y sano nuestro. Pues todo eso que nos traen los contenedores van a acabar con nosotros, antes con nuestra economía, después con nuestra vida (empeorando nuestra salud).
Todo eso importado, poco a poco nos corroe, nos destruye. De nuestro suelo depende nuestra vida (la enriquece y complementa). Nuestro organismo rechaza lo que no es de aquí, de donde somos y estamos (que nos constituye). Hay que cambiar el verde pino, por verdes de distintos cultivos. Y de vez en cuando un olivo, pero no más pinos.
Exijamos a las “autoridades” ejerzan con sensatez el cargo u oficio que les hemos dado. No son de fiar, por más que dicen ayudar (es mentira, y nos engañan). Solo se quedan en palabras bonitas, pero ineficaces.
¡Ya debieran comenzar la tala de los pinos! Hay que arrancarlos de la tierra, de la isla. O moriremos de hambre. ¿Cuánto más tenemos que esperar para ver germinar comida de la tierra? Por otra, estamos viendo cómo también desaparecen los ganados. Los caminos, se llenan de maleza. Se ha abandonado el campo. Donde antes parcelas, ahora desiertos.
Ya no se planta millo ni trigo, ¿de dónde el gofio? Vivimos en la tristeza (¡y eso no es vida!). Sentados a la mesa, ¿qué comemos producido aquí? Deberíamos seguir el ejemplo de los pocos mayores que nos van quedando: saciarnos de lo nuestro. Tenemos ante nuestros ojos: riqueza y pobreza, y nuestros políticos elijen la pobreza...
El Padre Báez, Pbro. 10-04-20
--------------------------------------------------------
PD 1.- (215) … El Señor Hijo, en el seno de María, de ahí nuestra alegría y alabanzas, dada la grandeza de Dios. Y he aquí la diferencia: Dios en María está como Hijo, mientras en el ángel como Señor. María cual templo donde está el Espíritu Santo, pues de él concibió, al venir sobre Ella. De ahí sea cantada María como la que es Trono de la Trinidad. Pues, nada mejor ni más noble se le pudo haber dicho a María, que aquellas de: “El Señor está contigo”. De ahí, y por ello, que el ángel la reverenciara, por ser la madre del Señor, y como consecuencia, Ella es la Señora, ya que, en lengua de los sirios, su nombre (María), quiere decir la “Soberana”. María –repitamos- más que los ángeles, si consideramos además su pureza, ya que no solo fue pura en sí misma. sino que además procuró la pureza de los demás. Es decir: no incurrió en pecado alguno (ni mortal, ni venial), por ello: purísima (no supo de pena por pecados). Por eso, el “Bendita tú entre las mujeres”, viéndose libre de la triple maldición a Eva: concebir corruptamente, con molestias en la gestación y dolor al parirlo, de lo que fue María inmune al concebir sin corrupción, al llevar con gozo su embarazo, y darlo a luz con alegría, pues anunciado proféticamente estaba, el germinar de alborozo y entonando alabanzas…
------------------------------------------------------------------------
PD 2.- Lo de Juan Calderín Suárez, sí que está bien y es bueno. Lean lo que me puso en un correo: “Ahora las cabras están en su hábitat y los asesinos de cabras están escondidos para que no los maten el virus; las cabras ponen a cada uno en su sitio”. Un servidor, no sabe decirlo mejor. Felicidades y gracias amigo Juan; has dado en el clavo, lo tuyo en este asunto es de antología. Te felicito. Pues repito lo dicho por Juan Calderín: Las cabras siguen, donde han estado desde hace más de tres mil años; son las dueñas de ese territorio, justo el que les es propio, ¿y pretende el cabildovirus quitarlas de su mundo para plantar pinos precisamente en/a donde no pueden llegar, y prueba de ello es que les es imposible darles caza y matarlas por no tener acceso a ellas? Por lo pronto, las cabras han puesto a cada uno en su sitio. A ver cuánto duran... El Padre Báez, Pbro.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.221